Casi 2.500 familias no han recibidos sus viviendas a siete años del 27/F

población bellavista de San Antonio

El proceso de reconstrucción tras el terremoto de 2010, liderado por el Minvu, comprometió un total de 224.538 subsidios. Cartera ha invertido más de $ 52.568 millones para levantar conjuntos habitacionales y otras obras urbanas, como parques.




Siete años han pasado desde la emergencia más grande que ha sacudido a nuestro país; dos gobiernos de coaliciones distintas han desarrollado planes para recuperar lo perdido, y más de $ 52.568 millones han sido invertidos solo por el Ministerio de Vivienda (Minvu) en conjuntos habitacionales y otras obras urbanas, para reponer los hogares de cerca de dos millones de damnificados que dejó el segundo movimiento telúrico más fuerte de la historia del país, ocurrido a las 3.34 del 27 de febrero de 2010 y que alcanzó una magnitud de 8,8 grados Richter.

No obstante, autoridades aún no pueden dar por cerrado el proceso de reconstrucción, ni han sido levantadas todas las viviendas comprometidas con subsidios del Estado. Según el último informe de avance de las obras, elaborado por el Minvu, a enero de este año se han entregado un total de 222.604 unidades habitacionales en estos años, pero 2.474 inmuebles siguen pendientes. De estos, 11 no han iniciado obras y el resto está en construcción (ver infografía).

Según el encargado de reconstrucción de la cartera, Dante Pancani, los principales problemas para completar el proceso en materia de viviendas se deben tanto a la extensión y dispersión geográfica como a la escasez de empresas constructoras locales, y en obras de calidad deficientes. "Cuando asumimos nos encontramos con muchas familias que tenían subsidios, pero no estaban vinculadas a ninguna entidad patrocinante (Egis), ni empresa constructora, mientras que otras tenían problemas legales y de dominio de sus sitios. En muchas comunas no existía mano de obra calificada ni materiales de construcción accesibles. Hubo otras firmas que abandonaron las obras y detectamos varias que tenían mal desempeño, por lo que tuvimos que terminar contratos e incorporar a nuevas", señaló.

Durante estos años se han conocido casos como el de la población Mirador Altos de Bellavista de San Antonio, cuyas 156 casas debieron ser demolidas el año pasado por presentar serios defectos de construcción. "Hubo que licitar para que una nueva empresa constructora se hiciera cargo de las obras, lo cual implicó tiempo para cumplir con todos los trámites y controles que exigen la Contraloría y el Minvu", señaló el alcalde de San Antonio, Omar Vera (PR). Añadió que las faenas deberían terminar en noviembre.

En la gran mayoría de las zonas afectadas aún hay unidades habitacionales pendientes que están en construcción. De hecho, según Pancani, se identificaron 6.893 viviendas con problemas de calidad y habitabilidad. Entre las comunas con más rezago se cuentan Concepción (250 unidades), Tucapel (240) y Parral (155). "Al llegar al municipio, en 2012, me encontré con un descalabro enorme porque se habían contratado firmas que no respondieron y las casas fueron quedando en el camino. Tuvimos que trabajar para ir solucionando caso a caso", afirmó la alcaldesa de Parral, Paula Retamal (UDI).

En Tucapel, el administrador municipal, Francisco Dueñas, explicó que "la empresa quebró con un 95% de avance y se aplazó cuatro veces la entrega de las casas. Recién en septiembre de 2016, una nueva firma comenzó a trabajar en los últimos detalles".

Otras obras

En el marco del Plan de Reconstrucción, dado a conocer a mediados de 2010, el Ministerio de Vivienda se hizo cargo de 225 obras de vialidad, infraestructura de mitigación (como bordes costeros), plazas, parques y paseos peatonales. De estas, el 83,5% están entregadas.

En este sentido, el académico y urbanista Iván Poduje, de la consultora Atisba, afirma que "la reconstrucción no se trata solo de viviendas, hay muchas obras que no se han completado. Hay problemas de conectividad en varias ciudades, falta un cuarto puente en Concepción, hay edificios patrimoniales que siguen destruidos, faenas de recuperación patrimonial que no han sido concluidas y cinco hospitales que no han sido repuestos, como el de Curicó, el de Chillán y el ex Félix Bulnes". Agregó que "no se podía esperar que el proceso fuera terminado en cuatro años como se pretendió. Una reconstrucción de esta magnitud toma entre 10 y 12 años y es muy probable que se dé en esos tiempos".

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