Condenan a equipo médico por muerte de joven madre en clínica de Providencia

Daniela Flores falleció mientras se realizaba una lipoescultura  Sufrió un paro cardiorespiratorio por exceso de anestesia.




Por cuasidelito de homicidio fueron condenados un médico cirujano y un anestesista de la Clínica Alferez Real, de la comuna de Providencia, tras acreditarse su responsabilidad en la muerte de una joven madre que era sometida a una lipoescultura

La trágica operación ocurrió el 22 de febrero de 2009, cuando Daniela Flores -21 años, estudiante de enfermería y madre de un niño de un año y tres meses, llegó al recinto a someterse a una lipoescultura de muslos y glúteos. Cuando llevaba dos horas en la sala de operaciones de la clínica, sufrió una baja de presión que derivó en un paro cardiorespiratorio que finalmente terminó con su vida.

Según logró acreditar la fiscalía metropolitana Oriente durante el juicio realizado en el Tercer Tribunal Oral de Santiago, el fatal desenlace fue motivado por un exceso de lidocaina o anestesia local. En el fallo los magistrados explican que la responsabilidad del doctor Francisco Javier Pardo Quiroz se establece por no haber tomado las precauciones y haber adoptado las medidas de prolijidad que se requerían ante un cuadro complejo por el exceso de anestesia.

Respecto del anestesista, Sergio Soto Venegas, por no haber advertido, oportunamente,  los síntomas de toxicidad de la paciente.

Sobre Soto, la resolución precisa  que éste "incumplió sus deberes de control y vigilancia de la paciente, que presentó una hipoxia severa que fue tardíamente observada y denunciada  por la enfermera, no habiéndose anteriormente adoptado por el profesional a cargo los actos médicos pertinentes a la constatación de dichas anomalías".

El dictamen agrega que esto " no permitió que pudiera evitarse el desenlace fatal, toda vez que, de haber sido detectada la situación en forma precoz, o bien habiéndose tomado medidas más drásticas ante la irregular saturación de la paciente, que fue percibida por el médico, otro  pudo ser el resultado final".

De esta forma, Pardo y Soto fueron sentenciados a 61 días de pena remitida y al pago de una indemnización de $30 millones a los familiares de la víctima. El tribunal también absolvió a la representante legal de la clínica del sector Oriente de la capital.

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