Deuda pública superaría el 30% del PIB en 2020, cerca de US$ 90 mil millones

Deuda pública (Teatinos 120)

El ministro de Hacienda advirtió que el país no puede continuar aumentando el endeudamiento al ritmo de los últimos años. Esta evolución no considera programas adicionales del próximo gobierno, sino sólo los gastos comprometidos a la fecha.




Un muy complicado panorama para el erario fiscal se viene anticipando en los distintos análisis de los agentes del mercado, quienes mirando hacia el final de la década adiverten que Chile perderá el privilegio de mirar con tranquilidad el nivel de deuda pública que acumulará el gobierno central.

Esto, porque los cálculos apuntan a un stock de deuda bruta que, lejos de estabilizarse los próximos años, seguirá creciendo decididamente, hacia un rango en torno a 31,7% y 34,4% del PIB. Esto implica un salto de más de 10 puntos porcentuales sobre el nivel esperado para este 2016, y en términos de montos, significaría un peak de deuda cercana a los US$ 90.000 millones.

Si bien Chile no maneja un límite de stock de deuda bruta específico (que no incluye activos como los fondos soberanos), los expertos concuerdan que el ritmo de incremento y el nivel que alcanzará a 2020 pasarán a ser casi insostenibles.

Se trata de una preocupación compartida por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, que la semana pasada dijo a La Tercera que el país no debía seguir elevando la deuda al ritmo de los últimos años. Esto, considerando que en 2017 se prevé que llegaría a 25,2%

Proyecciones de deuda

En la proyección del déficit los expertos usaron distintos parámetros para evaluar el panorama para el déficit efectivo, y por tanto la deuda, basados en el Informe de Finanzas Públicas.

Por ejemplo, Guillermo Pattillo, académico de la Usach y ex subdirector de Presupuestos, utilizó sus propias proyecciones de crecimiento para 2018, 2019 y 2020 (2,7%, 3,0% y 3,2%, respectivamente), menos optimistas que el 3,25%, 3,5% y 3,5%, respectivamente, que Hacienda para esos años.

Así, la evolución de la deuda pública que espera Patillo es de 28,3% del PIB en 2018 a 32,5% en 2020. Eso, explica el también miembro del Observatorio Fiscal, es incluso sin considerar un precio del cobre que, a su juicio, estaría bajo a lo anticipado. Más aún, Pattillo dijo que está "haciendo supuestos relativamente heroicos al asumir que el gasto comprometido para esos años es el que está en el programa financiero, pero no será así".

En el caso de BBVA Research, ven un stock de deuda algo menor (31,7% del PIB en 2020), si bien la entidad contempla también un aumento del PIB más bajo al esperado por el gobierno, además de una demanda interna más débil, y un precio del cobre más bajo.

Para Patricio Rojas, economista y socio de Rojas&Asociados, la deuda podría escalar hasta 34% del PIB hacia 2020. "Hablamos de un déficit efectivo que estará más cerca del 3% en promedio de aquí a finales de la década. Los requerimientos de financiamiento estarán entre US$ 8.500 millones y US$ 9.000 millones por año, y eso, siendo conservadores", asegura.

En el análisis de Tomás Flores, académico de la U. Mayor, el camino es aún más complejo, porque ve que la deuda puede escalar hasta el 34,4% del PIB al final de la década. "Basta colocar supuestos algo más realistas, como los que publica LatinFocus Consensus Forecast, para encontrar una deuda que claramente genera para Chile una clasificación de riesgo distinta a la que tiene hoy", indicó.

¿Máximo de deuda?

Si bien Chile no cuenta con un límite para el crecimiento del stock de deuda del gobierno central, los economistas aseguraron que a 2020 podría configurarse un escenario que lo amerite.

Según recuerda Pattillo, en 1991 el país contaba con pasivos financieros brutos por 37,9% del PIB, período en el cual la clasificación de riesgo de Chile era muy distinta a la actual.

"También es cierto que muchas más cosas han cambiado en este período, pero eso te da un punto de referencia. Yo diría que la deuda bruta no debería nunca superar el 35% del PIB". De acuerdo con Flores, "si las clasificadoras de riesgo perciben que se toman medidas para ir controlando la deuda, uno se puede mantener en una clasificación estable", pero eso dejará un "gran desafío que tendrá que atender el próximo Presidente".

Sólo para medir el impacto de una rebaja en la nota de Chile, Flores explicó que la tasa de interés subiría 50 puntos básicos, lo que repercute en los créditos hipotecarios con alzas en el dividendo de entre 13% y 15%.

Por su parte, Pattillo indicó que las clasificadoras van a mirar la deuda con mucho más cuidado.

"Aunque en los países desarrollados la deuda incluso llega a igualar el nivel del PIB, no nos podemos comparar, no tienen ningún punto de referencia con nosotros en términos de solidez, de apoyo, de redes... es otro mundo. No podemos seguir la ruta de Japón", aclaró. De hecho, varios informes de las agencias clasificadoras repiten la baja diversificación económica que presenta Chile, lo que repercute en una mayor dificultad para responder a los shocks de los ciclos económicos externos.

Por nombrar algunos casos del mundo desarrolado, en Japón la deuda fiscal alcanza el 248% del PIB, en Estados Unidos llega a 105%. En Grecia, mientras, es de 179%, y en Brasil a 73% del Producto.

Respecto a este punto, Flores señaló que aunque Chile esté lejos de esas cifras, en Brasil, por ejemplo, se busca aprobar un "congelamiento" del gasto fiscal por los próximos 20 años, luego de alcanzar casi el 80% del PIB de deuda pública.

Cambio en la regla fiscal

Los economistas coincidieron que el panorama que se advierte para Chile obligará a revisar la regla fiscal que basada en la evolución del balance estructural.

"Debiésemos mirar la experiencia de muchos otros países que tienen reglas con más de un componente", recalcó Pattillo, afirmando que Chile es de los pocos países en el mundo que no considera un techo máximo para la deuda.

Asimismo, Rojas sostuvo que "si no se considera esto es como autoengañarse, porque al final se financia gasto permanente con deuda". Por su parte, Flores agregó que "si bien en nuestro caso realizar este ajuste podría llevar a realizar un ajuste prociclico del gasto público, claramente ya se ocupó el espacio fiscal y mas allá de eso".

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