El día en que Maduro se confesó con ME-O: "La revolución bolivariana aguantará lo que haya que aguantar"

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Durante más de tres horas -el 12 de agosto- el candidato Marco Enríquez-Ominami conversó con el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Palacio Miraflores, en Caracas.




Como parte de su tercer intento por ocupar el sillón presidencial, el candidato y líder del PRO Marco Enríquez Ominami, ha recopilado una serie de libros y documentales que ha puesto a disposición en sus plataformas digitales.

La entrevista que ofrecemos a continuación, formará parte del documental que prepara ME-O, cuya fecha de estreno está prevista para principios de 2018 y cuyo título tentativo es Desafíos en América Latina. Además del líder venezolano, el aspirante a La Moneda ya ha conversado con Evo Morales y Rafael Correa sobre los aciertos y errores del progresismo latinoamericano de la última década. Este es un fragmento de la cita con Maduro, una de las escasas entrevistas que ha concedido el mandatario, que hoy enfrenta elecciones de gobernadores.

¿Qué está pasando en Venezuela, Presidente?

En Venezuela estamos enfrentando un proyecto que pretende desgajar la existencia de la República e instaurar un modelo tipo pinochetista para controlar nuestras riquezas naturales y para barrer todos los vestigios espirituales, culturales, políticos de la revolución bolivariana de los últimos 18 años. Hemos enfrentado varias fases. Una de las más fuertes fue en 2014, cuando se impulsó un periodo de violencia de casi seis meses, que se extendió a varios estados del país, a varios municipios, y que al final logramos contenerla y derrotarla. En 2015-2016 estuvimos enfrentando una guerra económica brutal, nacional e internacional. Una guerra comercial interna, una guerra de contrabando y acaparamiento parecida a los modelos que le aplicaron a Salvador Allende en los años 70. Y 2017, cuando ya veníamos arrancando un buen año de recuperación económica, la llegada del gobierno extremista de Donald Trump significó un cambio en los ritmos de la oposición venezolana, que se lanzó durante abril, mayo, junio y julio a una arremetida violenta nunca antes conocida en su intensidad, en su violencia, en su saña criminal contra el país.

Presidente, usted conoció a tres presidentes de Estados Unidos. ¿Cuál fue el mejor y cuál fue el peor de los tres?

Todos han sido malos. Bush se metió de frente a una política intervencionista, dirigió y financió un golpe de Estado y luego dirigió toda una campaña contra el comandante Chávez y la revolución bolivariana. Barack Obama, aunque le dijo a Chávez en abril de 2009 en Trinidad y Tobago, yo fui testigo, 'yo no voy a hacer lo de Bush, no voy a intervenir en los asuntos internos de Venezuela. Vamos a tener diferencias, está bien, pero no voy a intervenir'. Después nos enteramos de sus verdaderas intenciones, porque las declaró al New York Times. Dijo que cuando él llegó al gobierno de los Estados Unidos, quien mandaba en la región era Hugo Chávez, el ALBA, y él se planteó ponerle un segundo término y acabar y revertir el proceso que se había iniciado con la revolución bolivariana. Y ahora la llegada del Presidente Trump, bueno, significa la llegada de los extremistas. Nunca en la historia de Venezuela ningún presidente de Estados Unidos había amenazado con una ocupación, con una invasión militar, nunca. Y viene Trump, una noche, después de compartir unos whiskies y de jugar golf todo el día, a decir sin desparpajo, con tranquilidad, estamos pensando en la opción militar con Venezuela. Ahí está. Es nefasto. Esta historia no es de ahora, nosotros siempre hemos dicho que esta historia tiene 200 años. Es el conflicto histórico entre la visión soberana de la geopolítica bolivariana, de una América Latina libre, integrada, unida en un bloque, una América Latina de paz y la visión de James Monroe, la visión monroísta de una América para los americanos, de una América para las elites de Washington.

¿Para qué lo elige el comandante Chávez a usted? ¿Cuál es la misión que le da Chávez?

En este mismo salón -el 8 de diciembre de 2012- él regresó de Cuba ya con información de que iba a ser sometido a una tercera operación muy grave y que podía morir en la operación o en el posoperatorio. Él reunió al equipo político, el alto mando político, y le informó que en el caso de que le sucediera algo, yo debía asumir las riendas del país y de la revolución. Yo debía ser candidato presidencial en la repetición de elecciones en caso de que él quedara inhabilitado o de que muriera. Desde este mismo salón, desde esa misma mesa que tú ves ahí, desde ese mismo sillón en el centro. Allí le habló al país una noche del 8 de diciembre de 2012. Lo recuerdo perfectamente.

¿Usted no usa más esa mesa?

No, esa mesa la musealizamos. Esa mesa está musealizada como otros lugares del palacio presidencial. Aquí estábamos sentados en una reunión y desde esta misma silla, aquí, yo estaba sentado aquí a su izquierda y aquí estaba sentado el compañero Diosdado Cabello y aquí un grupo de colaboradores. Nosotros habíamos hablado con él y siempre optimista le habíamos dicho: "Presidente, no diga públicamente nada de si a usted le sucede algo, que yo lo voy suceder ni nada de eso". Supuestamente lo habíamos convencido y esa noche él salió de aquella puerta, caminó hasta aquí, se sentó, todavía no estaban las cámaras prendidas, no estábamos en vivo, y él volteó. Me vio a mí y dijo Nicolás, yo vine y fue para esto; Diosdado, yo vine para esto, yo voy a anunciar esto. Los compañeros que estaban presentes nadie sabía, dijo yo vine para esto, yo sé lo que te digo, Nicolás, yo conozco mi ganado, fue la palabra, yo tengo que dar la orden de que si a mí me sucede algo, quedas tú. Yo siempre recuerdo que él seguramente viendo mi rostro de consternación, él me dijo Nicolás, te toca a ti, ahora te toca a ti. Prepárate, me dijo.

¿Cómo resiste eso, Presidente? Porque tiene un asedio como usted dice... ¿Cómo resiste eso físicamente?

Todas las pruebas, por muy difíciles que sean, nos hacen más fuertes. Estamos defendiendo un proyecto histórico, una causa justa, la propia existencia de nuestro país, una visión revolucionaria de futuro. Cuando tú ves el conflicto que se desarrolla aquí, si nosotros nos rindiéramos, si cediéramos, si hubiéramos sido débiles o comprables, o halagables, o si nos hubiéramos querido portar bien, como se porta bien la izquierda cobarde del continente. Si nosotros nos hubiéramos querido portar bien, seguramente ya los gringos se hubieran apoderado de nuestras riquezas, de nuestro país, y se hubieran llevado una gran frustración, un gran dolor. Seguramente estuvieran saliendo libros, escritos, películas de "la derrota de la revolución bolivariana", así como salieron cuantos escritos de Allende, de la revolución de la Unidad Popular. No, en Venezuela eso no va a suceder. Lo tenemos jurado. En Venezuela va a haber victoria y la revolución bolivariana continuará viva, aguantando lo que haya que aguantar.

Había una caricatura que dice que la izquierda sabe poner los problemas, pero la derecha pone la solución. La izquierda no sabe de economía, sabe de distribuir. ¿Qué responde siendo un hombre de izquierda?

¿Cuáles son las soluciones de la derecha? ¿Michel Temer? ¿Mauricio Macri? ¿Pedro Pablo Kuczynski? Negarles condiciones contractuales salariales a los maestros para destruir la escuela pública. ¿Cuáles son? Negarle presupuesto a la salud pública. ¿Cuáles son? ¿Privatizar el aparato económico de los países? Reprimir los movimientos sociales. ¿Cuáles son las soluciones? Contraer la inversión pública para que aumente el desempleo, como ha aumentado en Argentina. Volver al Fondo Monetario Internacional y depender del Banco Mundial. La derecha no tiene solución, la derecha lo que tiene son negocios, son intereses. Y los gobernantes de derecha llegan a gobernar para sus grupos económicos, subordinarse a las políticas de los Estados Unidos y por ahí, bueno, funcionar mucho, como dice por ahí un libro. Mire, Pedro Pablo Kuczynski, Juan Manuel Santos, Mauricio Macri, Michel Temer… El señor Peña Nieto, de México. Todos, todos, todos pasarán a la historia como sicarios de su pueblo. Llegaron como sicarios económicos, sicarios políticos, pasarán al olvido de la historia. ¿Qué respuesta tiene la derecha para los que necesitan trabajo en las grandes ciudades de México, Colombia, Perú, Argentina, Brasil? ¿Qué respuesta tiene la derecha para los sectores juveniles que quieren el primer empleo? Que necesitan continuar sus estudios. Ninguna. La izquierda tiene que trascenderse a sí misma, la izquierda tiene que trascender sus propias consignas y la izquierda tiene que unirse con una fuerza de opinión pública que ha ido surgiendo en todas las sociedades latinoamericanas y tener la capacidad para con una política dialogante formular respuestas estables, permanentes, de futuro para los grandes temas de nuestra sociedad, sobre todo la creación de riqueza, la distribución de riqueza. Nosotros hemos demostrado en Venezuela, a pesar del asedio mediático y político, que sí se puede distribuir la riqueza, que sí se puede invertir la riqueza. Nosotros hemos llegado a un récord reconocido por las agencias de Naciones Unidas de un 72% de la inversión social de la riqueza general del país. Un 72%.

Presidente, ¿no será un error haber estatizado tanto en Venezuela? ¿La estatización fue un proceso exitoso, le pregunto de otra manera?

Eso es un mito. El 90% del Producto Interno Bruto nacional se produce en economía privada en pequeñas, medianas industrias, y en un poderoso sector agroindustrial. De las 720 industrias o empresas que producen la gran parte de la riqueza nacional, las 720 son privadas, y eso no se conoce.

¿Y por qué, Presidente, las capas medias plantean que hay desabastecimiento médico, farmacéutico o problemas alimenticios? Yo grabé en La Mercedes, en Las Victorias, donde estaba todo lleno. Para serle honesto, lo vimos ayer… No había nada. Faltó pescado, había un espacio así (como la mesa), pero había. Yo no conozco bien Caracas, pero por qué las capas medias gritan con tanta fuerza hacia afuera que aquí hay una crisis medicinal. ¿Es falso?

No, no es falso, porque vivimos el colapso del modelo petrolero en que se sustentó Venezuela durante 100 años. Durante mucho tiempo se habló del fin de la era petrolera. Especialistas, expertos nacionales e internacionales, y siempre se previó que la era petrolera tenía el fin por allá por la década del 30, del 40 de este siglo. Yo puedo decirte hoy que el 2015 vivimos el año de quiebra del modelo petrolero rentista. ¿Qué significaba el modelo petrolero rentista? Un país que dedicaba 30 mil, 35 mil millones de dólares a importaciones para satisfacer un mercado nacional interno muy poderoso, producto de que en Venezuela tenemos, bueno, el desempleo en 5%-6%, tenemos cobertura de pensionados y pensionadas hasta un 90% de las personas con edad, producto de que tenemos ingresos revisados de manera permanente, tenemos un mercado interno poderoso desde hace años. En 2015 pasamos de 3.500 millones, cuatro mil millones de importaciones de productos terminados por mes a 100, 200, 300 millones, y en 2016 tuvimos el peor año de ingresos en divisas, que pasamos inclusive en meses en que no hubo un dólar de ingreso para importaciones. Eso creó una conmoción de la economía, que se unió a la guerra económica interna de contrabando, de esconder los productos, a la guerra económica interna traída por un falso cambio de la moneda a través de dólar today, del dólar blue que tú decías, y otros elementos de una guerra económica bien pensada y accionada hacia una economía debilitada. Nos golpearon un cuerpo debilitado. Los expertos petroleros nuestros fracasaron, primera vez que lo digo en público, los expertos nuestros, los analistas, los estrategas, fracasaron en visualizar esta situación.

Presidente, ¿por qué Venezuela no es una dictadura?

Porque es una democracia, jajajaja.

¿Por qué es una democracia, entonces?

Porque tiene pueblo, una Constitución, un estado de derecho, de justicia. Tiene un funcionamiento de las instituciones, tiene periodos permanentes de consulta popular, porque todas las autoridades son electas legítimamente con voto directo. Te puedo decir que en estos 18 años el único país del mundo que ha hecho 21 elecciones es Venezuela. ¿Cuántas elecciones ha habido en Chile, en Argentina, en los Estados Unidos en los últimos 18 años? ¿Llegarán a 10? Aquí hemos hecho elecciones, referéndums revocatorios, referéndums consultivos, cinco elecciones presidenciales, cuatro elecciones en el Legislativo, elecciones de gobernadores, gobernadoras, pero más allá de las elecciones, que es un elemento fundamental, la legitimidad del poder político, tenemos un pueblo que permanentemente se expresa libremente, se moviliza libremente.

¿Pero hay libertad de expresión?

Bueno, tú puedes salir a la calle y confirmarla. Yo te puedo decir, por ejemplo un dato: el 70% de las televisoras del país, nacionales y regionales, están en manos de capitales privados y son opositores. El 80% de las radios, el 80% de los periódicos impresos.

Presidente, hubo más de 100 muertos en los últimos cuatro meses. Usted tomó su responsabilidad, para las guarimbas, las del año pasado. Ahora hay 100 muertos y ahí se sabe que algunos no estaban en la guarimba, otros estaban en la guarimba. ¿Qué siente un presidente cuando se le mueren 140 personas?

Mucho dolor, mucho dolor, mucho dolor. Un dolor indescriptible, por eso yo celebro la creación de una comisión por la verdad, la justicia, la reparación de las víctimas y la paz. Le he pedido a esa comisión que se ha creado, bueno le he puesto al servicio todos los órganos de inteligencia, de investigación, que se establezca la verdad de cada crimen. La verdad, los responsables, de todo tipo, y que se haga un balance histórico, profundo, para que no haya más nunca un tipo de eventos de estas características que han pretendido romper la vida social, la paz de la República, en poner un modelo. A nosotros se nos quiso imponer un modelo durante estos cuatro meses y la oposición, desde las primeras de cambio, avisó las tragedias que ellos avizoraban, la violencia. Lamento mucho la utilización de grupos que han llevado a la muerte a decenas de jóvenes. Grupos de acción violenta urbana, y yo aspiro a que la comisión de la verdad, justicia y la paz establezca toda la verdad, y ten la seguridad de que quien sea responsable, esté donde esté, en la oposición, tenga el apellido que tenga, o haya sido funcionario del gobierno, tenga el cargo que tenga, va a pagar ante la comisión de la verdad y ante la justicia los crímenes que se cometieron, y que no haya repetición más nunca. Violencia más nunca, violencia jamás. Si en Venezuela tenemos todos los mecanismos para que haya la expresión política de las distintas corrientes, ¿por qué apelar a la violencia? Lo que ha hecho el Estado, y es mi responsabilidad defender el derecho a la existencia de la democracia. La revolución se defiende, la democracia se defiende. No puede venir un conjunto de grupos, financiado por el exterior, a querer imponer un modelo violento, a que colapse el Estado y a tomar el poder político por la vía ilegítima, por la vía violenta. En esto yo he cumplido mi responsabilidad histórica. Te digo, como dijo Fidel, bueno, está bien, estoy aquí a la orden, condenadme. Estoy seguro de que la moral y la historia de la historia me absolverá. Estoy absolutamente seguro.

Yo leí que el Presidente Chávez después de cada proceso electoral reajustaba los precios. Aquí pasa algo absurdo. Un vecino venezolano me dijo aquí limpiarnos el…, perdón, que comprar papel higiénico cuesta tres dólares y que traducido al bolívar es un escándalo. Yo le decía que en Chile eso es lo que pagamos, el precio legal. Una autocrítica en 20 años, ¿la política de precios no debió ser más agresiva?

Yo creo que más que autocrítica, la gran perturbación del sistema de precios. Hemos venido superando perturbaciones de distintos signos. La más importante en este momento, en la cual estamos dedicados, es a lo que es la fijación del precio de la moneda. Nosotros somos atacados por una página que impone dólar today un precio ficticio, un precio de guerra. Dólar today es una página que se gestiona desde los Estados Unidos, desde Washington, cerca de Virginia, de la sede de la CIA, y desde Miami. Ha establecido un sistema de fijación de un precio falso de la moneda venezolana. Y a partir de ahí ha perturbado todo el sistema de fijación de precios y es un problema muy importante que tenemos. ¿Cómo lo hemos encarado? Primero, defendiendo el empleo. Segundo, revisando el salario, el ingreso, revisando los ingresos extraordinarios que en Venezuela llamamos "cestaticket" socialista, para que los trabajadores tengan cómo enfrentar. Tercero, fortaleciendo los claps en la atención del hogar. Y en cuarto lugar, más temprano que tarde, un sistema de fijación de precios máximos al público. Estamos discutiéndolo con la Asamblea Constituyente y estoy seguro de que los nuevos sistemas que se van a fijar para corregir esta perturbación muy grave que tenemos van a permitir estabilizar.

Pero la clave de la resistencia de esta fase tan difícil ha sido crear empleo, defender el ingreso de los trabajadores y estar en una competencia, en una guerra con la especulación feroz de estos sectores de la burguesía a través del falso precio de la moneda. Es un factor muy específico, no del modelo económico venezolano, sino de la guerra económica que se nos ha impuesto en los últimos meses.

Presidente, para ir cerrando, esto es una revolución, pero el modo de producción sigue siendo básicamente rentista.

La dimensión política, el poder consciente de un pueblo , una nueva democracia, la dimensión espiritual, moral, una nueva visión del hombre nuevo, de la sociedad nueva, de la mujer nueva. Una nueva espiritualidad de la sociedad. El socialismo en lo económico es el mayor reto. El socialismo que no es la estatización de la economía, sino la generación de las fuerzas productivas. El socialismo en lo territorial.

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