En seis años en Chile habrá más adultos mayores que niños

Datos del Senama indican que en 2022 por cada 100 menores de 15 años habrá 103 personas con más de 60 años.




Chile  envejece, no hay dudas. La interrogante es saber a qué ritmo. Y datos de la Unidad de Estudios del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) demuestran que el proceso es veloz. Según este organismo, en seis años la población de mayores de 60 años superará a la de menos de 15 años. Es decir, en el país habrá más ancianos que niños.

Según esta unidad, el llamado Índice de Adultos Mayores (cuántos mayores de  60 años hay por cada 100 menores de 15 años) para 2022 será 103, es decir por cada 100 menores de 15 años habrán 103 personas de 60 años o más. Hoy la cifra es de 73,09.

¿Qué implica? La directora nacional de Senama Rayen Inglés, dice que implica aprender a convivir con la vejez y el envejecimiento. “Comprender que es una de las etapas más largas del ciclo vida y que nos afecta a todos, y que es muy probable que seamos adultos mayores centenarios”. Se requieren, agrega, más mecanismos de protección social y de cuidados especiales para los adultos, junto con espacios de participación.

Fecundidad y migración

Cristián Doña, académico de la Escuela de Sociología de la U. Diego Portales, dice que Chile se encuentra en un buen momento para enfrentar ese escenario porque atraviesa la segunda etapa del llamado bono demográfico, proceso de países que han tenido altas tasas de fecundidad en el pasado. “La primera empezó hace 20 años, y la segunda está empezando. Son aquellos que nacieron después del 80, un grupo que entra al mercado laboral y que si son bien educados pueden producir riqueza para financiar ese proceso de envejecimiento”, explica.

La fecundidad, con una tasa actual de 1,82 (cuántos niños nacen por mujer en edad fértil), no muestra señales de aumentar, dice Doña. Por ello, la interrogante de cómo aumentar la base impositiva, aclara, puede encontrar respuesta en la migración: “En este proceso de cambio de población la migración tiene un rol importante. Son jóvenes entre 20 y 40 años y tienen hijos, lo que aumenta la fecundidad”. Numerosos estudios en Europa ven a la migración como una alternativa a la baja fecundidad y un modo de financiamiento de planes de retiro, entre otros.

Herminia Gonzálvez, directora del Centro de Investigaciones Socioculturales (CISOC) de la U. Alberto Hurtado, explica además que el envejecimiento se traduce en un aumento respecto de las responsabilidades del cuidado por parte de la familia, especialmente de las mujeres. “Esto siempre ha sido así, ya que los cuidados siempre se han quedado dentro de la familia, sobre todo,  para aquellos que nos los pueden pagar, pero se agudizará en el futuro recayendo la carga de cuidado en mujeres migrantes”.

Se evidenciarán, agrega, las llamadas “cadenas globales del cuidado”, es decir, mujeres migrantes que dejan a sus hijos al cuidado de abuelas o hermanas, para trabajar en el cuidado de personas dependientes en el país de destino, sobre todo, niños y adultos mayores. “Todo esto para que muchas chilenas puedan trabajar remuneradamente debido a la falta de corresponsabilidad en el cuidado entre hombres y mujeres”, dice Gonzálvez.

Mirada integral

Que el envejecimiento se convierta en un problema, aclara Doña, sólo ocurrirá si no se toman las medidas necesarias. “Es hoy cuando hay que pensar en políticas de envejecimiento. La política poblacional chilena debe construirse pensando en 2030, 40 y 70, las proyecciones están”.

Para la directora del Centro UC de Estudios de Vejez y Envejecimiento, Rosita Kornfeld, es un tema que muchas veces se enfoca sólo en la previsión, pero es más que eso. “Requiere de un hábitat o ciudad para personas envejecidas, y no es sólo arquitectónico”, aclara. Hay que considerar desde el transporte a centros de atención primaria donde tengan atención preferencial, “cosas que no requieren tanto esfuerzo sino organización”.

El principal cambio, agrega la directora de Senama, es lograr una sociedad más inclusiva. “Es un tema país y todas las generaciones deben participar en el proceso de vejez y envejecimiento de otros”.

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