El fantasma del 27/F reaparece en La Moneda

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El gobierno ha sido acusado por algunos sectores de responder de forma tardía ante los incendios. Analistas comparan esta situación con lo vivido tras el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010, durante la primera administración de Bachelet.




"Desde un primer momento, la Presidenta ha llamado a la unidad. No creemos que sea un contexto para sacar ningún tipo de rédito político, ningún tipo de ventaja en esa área. Creemos que eso, además, no es bien visto por nadie en la ciudadanía (...). El gobierno no se va a distraer en críticas que, en realidad, no son constructivas, no conducen a nada, que muchas veces desinforman a la población. El gobierno está concentrado en esta batalla frontal contra el fuego y de asistir a las personas directamente afectadas por esta catástrofe". Con estas palabras, la vocera de gobierno, Paula Narváez, insistió ayer en la postura que ha manifestado el Ejecutivo ante los cuestionamientos lanzados desde la oposición y sectores de la Nueva Mayoría por la respuesta ante los incendios que afectan al país.

El sábado 21 de enero, cuando la Presidenta Bachelet recibía en Santiago a su par de Francia, Francois Hollande, la jefa de Estado comenzó a ser criticada por los alcaldes de las comunas afectadas y por parlamentarios que acusaban un actuar "tardío" de La Moneda para enfrentar la catástrofe, justo el día en que el incendio que se había iniciado el martes en Pumanque, en la Región de O'Higgins, se extendía a otras localidades.

Ese mismo sábado, el ministro del Interior, Mario Fernández, debió salir a responder las críticas. "Hace dos días, la situación no ameritaba establecer un estado de excepción constitucional", dijo aquella vez.

Pero los cuestionamientos al Ejecutivo se verían redoblados por la polémica generada luego de que la chilena Lucy Avilés acusara trabas de las autoridades para hacer llegar el avión SuperTanker que ella había facilitado, y luego que parlamentarios recordaran que advirtieron -en comisiones del Congreso- que el riesgo de incendios era alto. Así, pese a que el gobierno reforzó su despliegue, las críticas no lograron ser aplacadas. Y fue un grupo de diputados de la DC el que impulsó -con votos favorables de todos los partidos- la creación de una comisión investigadora en la Cámara, que tendrá como objetivo determinar las responsabilidades de la tragedia. El trabajo de esa instancia -y su repercusión pública- se reactivará en marzo, cuando inicie su labor.

"Estamos dando una batalla contra el fuego sin pausa y también sin precedentes", dijo ayer Bachelet, aunque sin aludir a las críticas, tras sostener un consejo de gabinete. Y agregó: "Estamos frente a una catástrofe inédita, pero quiero asegurar que como país tenemos reservas y capacidades para enfrentarla e ir en apoyo de nuestros compatriotas afectados".

El fantasma ronda

Durante la semana no fueron pocos quienes compararon la gestión del Ejecutivo ante los incendios con otra reacción ante una catástrofe que ha sido foco de críticas para Bachelet: el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010 (27/F), cuando no se dieron a tiempo las alertas de tsunami correspondientes y Bachelet debió enfrentar duros cuestionamientos por la tardanza del Ejecutivo en firmar los decretos para sacar a los militares a la calle, hechos por los que se abrió una comisión investigadora y una causa judicial.

"El 27/F es un fantasma con el que el gobierno y la Presidenta tienen que lidiar siempre que afronta situaciones de emergencia. De alguna manera, en este caso también se ve reforzado esto, porque hay muchas críticas respecto de que el gobierno no ha sido prolijo, de que no tuvo capacidad de anticipación ni de responder planificadamente y de que ha desestimado ayuda extranjera", dice el analista político Max Colodro. A su juicio, "los gobiernos siempre pagan costos por este tipo de circunstancias; en este caso, el gobierno aparentemente reaccionó tarde, sin haber tenido claridad respecto de la magnitud del problema al que se enfrentaba".

En una línea similar, el analista y decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, afirma que "todos los recuerdos apuntan" a similitudes con el 27/F. "Ha habido mucha indecisión y un exceso de celo ideológico-comunicacional. El mejor ejemplo de esto es el SuperTanker: no sale el ministro del Interior ni el subsecretario Aleuy, sino que sale el encargado de la Conaf, y él se transforma en el vocero, y se abre una discusión de si conviene o no conviene, en un contexto en que la gente lo único que está diciendo es 'traigan agua y resuelvan esto'". A juicio de Guzmán, "el gobierno va a tratar de jugar algunas cartas con la lógica de la unidad nacional, va a trabajar ese lenguaje como una fórmula para intentar contener las críticas".

Sin embargo, el también analista y director del Observatorio Político Electoral de la UDP, Mauricio Morales, recuerda que Bachelet tuvo la capacidad de revertir las críticas que recibió tras el 27/F, manteniéndose como la figura mejor evaluada y logrando ser reelecta. Pese a eso, agrega que en este caso, con una Presidenta con baja evaluación en las encuestas (a diferencia de febrero de 2010, cuando superaba el 80%), las críticas podrían afectarla más. "En un escenario de menor aprobación presidencial es probable que exista una sensación de castigo frente a la eventual ineficiencia. Comparando las dos tragedias, en 2010 la Presidenta fue enjuiciada por la elite, pero no por la ciudadanía. Pero ahora, en un escenario de mayores niveles de desaprobación y crítica a las instituciones, lo esperable sería que la Presidenta, como mínimo, no remonte en aprobación presidencial y que disminuya su apoyo en regiones", dice Morales.

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