La emblemática demanda de Nicaragua en La Haya cuyo fallo EEUU no aceptó

En 1984, el gobierno sandinista demandó a Estados Unidos ante la corte, por su apoyo a la "contra". Pero Washington no reconoció la jurisdicción de la CIJ. El caso tuvo consecuencias políticas y jurídicas.




Cuando triunfó la revolución sandinista, al mando de Daniel Ortega, en Nicaragua, en 1979, el gobierno estadounidense de Jimmy Carter intentó mantener buenas relaciones con los guerrilleros que derrocaron a Anastasio Somoza. Pero todo cambió cuando Ronald Reagan llegó a la Casa Blanca, en 1981. En aquella época, EE.UU. sufría el "síndrome de Vietnam" y el mundo entraba en la última década de la Guerra Fría. Mientras el país centroamericano se inclinaba hacia la izquierda, Reagan decidió apoyar a la "contra" nicaragüense, la oposición armada a los sandinistas.

En un caso emblemático, en abril de 1984, Nicaragua decidió demandar a Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por "entrenar, armar, equipar, financiar y abastecer a las fuerzas de la contra" y "alentar, apoyar y ayudar en la ejecución de actividades militares y paramilitares" en territorio nicaragüense, en violación de su obligación de no intervenir en los asuntos de otro Estado. Managua argumentó, además, que Washington lanzó ataques contra puertos y autorizó sobrevuelos en su espacio aéreo.

También, según Nicaragua, EE.UU. colocó minas en sus aguas "durante los primeros meses de 1984" y un año antes elaboró el manual Operaciones psicológicas en guerra de guerrillas, el que difundió entre las fuerzas de la "contra". Por ello, en el punto 13 de su demanda, el gobierno sandinista le exigió a la administración estadounidense "indemnizar a Nicaragua por todos los daños causados".

"Este fue un caso altamente político y tuvo grandes efectos jurídicos", recuerda Sergio Peña, profesor de Derecho de la U. Andrés Bello. "EE.UU. no presentó defensa, porque consideró que La Haya no era un tribunal competente", agregó.

Como Washington rehusó someterse a los dictámenes de la corte, Nicaragua recurrió a la máxima instancia de la ONU: el Consejo de Seguridad. Pero ahí, Estados Unidos utilizó su poder de veto. Luego, Managua llevó el asunto a la Asamblea General y ese organismo le recomendó a EE.UU. pagar una indemnización. Finalmente, en junio de 1986, la corte falló a favor de Nicaragua, pero no alcanzó a determinar el monto de la indemnización.

"TODO UN HITO"

"Este es el caso más llamativo, que siempre se examina. EE.UU. no acató, pero el fallo fue efectivo, en el mediano plazo, porque Washington dejó de intervenir en la región. Aquella era otra época en cuanto al derecho internacional", sostiene Astrid Espaliat Larson, experta en derecho internacional del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.

"Hay otro caso similar, el de los hermanos LaGrand, que EE.UU. no acató, pero aquello no fue un fallo, sino que una medida provisional", agregó esta experta.

Tras el fallo de la corte a favor de Nicaragua, EE.UU. decidió retirar su declaración de aceptar la jurisdicción obligatoria de esa instancia. "Fue todo un hito", afirma Espaliat.

Se estima que entre 1982 y 1990, la "ayuda" de Washington a la "contra" superó los US$ 300 millones, mientras que los daños económicos provocados por la guerra interna ascendieron a US$ 17 mil millones.

Para enredar aún más las cosas, entre 1986 y 1987 estalló el escándalo Irán-Contra, la operación ilegal de financiamiento a la Resistencia nicaragüense, a través de la venta de armas a Irán. Tras este caso, que puso en evidencia la ayuda de Washington a la "contra", EE.UU. adoptó una actitud más moderada y comenzaron las negociaciones de paz para terminar con el devastador conflicto, que entre 1978 y 1990 dejó 50 mil muertos.

Después de la derrota electoral de Ortega, en 1990, el nuevo gobierno de Violeta Chamorro retiró las reclamaciones contra EE.UU. y todo quedó en nada.

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