El Papa Francisco en su regreso a Roma tras su gira por Chile y Perú pidió perdón por sus dichos sobre el obispo de Osorno, Juan Barros.

"La palabra 'prueba' es la que me traicionó, yo hablaría de 'evidencia'. Yo sé que hay mucha gente abusada que no puede tener una prueba, no la tiene y que no puede o a veces la tiene, pero tiene vergüenza y la tapa y sufre en silencio", explicó el Pontífice al ser consultado por La Tercera en la tradicional conferencia de prensa en el vuelo papal.

Sin embargo, estas disculpas fueron criticadas por el vocero de la agrupación Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret. "El Papa no comprende que el problema no era la palabra 'prueba' (...), sino que fue 'calumnia'. Eso era lo que finalmente causó el escándalo y sobre eso el Papa no dice nada", sostuvo Claret a este medio.

"Cuando el Papa pone el acento en 'prueba' o 'evidencia', lo que está haciendo a lo menos es desinformar, porque todas las pruebas están y todas las legislaciones las llaman pruebas testimoniales", agregó.

Durante el vuelo, el Sumo Pontífice contó que Barros le presentó su renuncia en dos oportunidades, pero él no las aceptó. La primera ocurrió poco después de la carta enviada a la Conferencia Episcopal en febrero de 2015 y la segunda luego de que aumentaran los reclamos por su designación como obispo de Osorno.

Ante esto, Claret dice que "es inhumano que el Papa prefiera sacrificar una diócesis sabiendo todo lo que estamos viviendo y por el propio Juan Barros". "Es una irresponsabilidad absoluta del Papa y por eso que ahora que dice esto al voleo debería con más fuerza responder y reaccionar removiendo al obispo Juan Barros por el bien de todos. Es un Papa inhumano", agregó.