Ley de identidad de género sumó 78 nuevas indicaciones

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Apuntan, en su mayoría, al proceso de cambio de sexo en menores de edad. Sociedad civil acusa a la oposición de dilatar la discusión artificialmente.




Tres años y medio de discusión y 13 períodos de indicaciones ha tenido que sortear en el Congreso la nueva ley de identidad de género que permitirá a las personas transexuales cambiar de nombre y de sexo en sus documentos oficiales del Registro Civil. A principios de mes la iniciativa sufrió un nuevo traspié, con el aplazamiento de su votación en el Senado, y esta semana 78 nuevas indicaciones se sumaron a la discusión, 70 de ellas de senadores de oposición: 28 de Jacqueline van Rysselberghe (UDI), 26 de Andrés Allamand (RN) y 16 de Manuel José Ossandón (ind.).

Este último paquete de indicaciones sería el número 14 que se envía para modificar el proyecto original, sumando un total de 225 sólo en 2016, lo que demoraría aún más su votación en el Senado, programada para el 13 de diciembre. "Yo invitaría a los senadores a que compartan con personas trans, que las conozcan de verdad. Hay mucha ignorancia y prejuicios que nublan el raciocinio en este tema y lo demoran", plantea Franco Fuica, vocero de la Organizando Trans Diversidades (ODT).

En su mayoría, los parlamentarios proponen restricciones y condiciones en torno a los niños y adolescentes trans para optar al sexo que vivencian, y no al sexo genital con el que nacieron. "A mí me parece que los niños no debieran poder cambiarse de sexo, y de hacerlo, sólo después de los 18 años", explica la senadora Van Rysselberghe, integrante y ex presidenta de la Comisión de DD.HH.

Para Jimena Lizama, directora jurídica de la Fundación Iguales, "son indicaciones que se enviaron sólo para dilatar la discusión, porque vuelven sobre puntos que ya fueron zanjados, apuntando a una patologización del tema que no corresponde al solicitar exámenes médicos".

Desde este organismo se busca que el proyecto dé cuenta del derecho de las personas transgénero a optar la identidad sexual que le corresponde y que vivencian día a día por la sola expresión de la voluntad de hacerlo, sin tener que demostrarlo mediante exámenes, ya que no se trataría de una enfermedad.

Lizama agrega que en esta oportunidad, por primera vez este año, enviaron indicaciones los senadores Ignacio Walker (PDC), que envió seis, y Alejandro Guillier (ind.), que envió dos, las únicas favorables al proyecto según Iguales. Guillier propone que los adolescentes puedan solicitar el cambio ante el Registro Civil con el permiso de uno de sus padres, o a los tribunales de familia de no contar con esa autorización. "En el caso de Walker, no estamos de acuerdo, porque propone una evaluación psiquiátrica del solicitante y un examen endocrinológico en los menores, lo que sería patologizar aún más el proyecto", precisa Lizama.

Para Rolando Jiménez, vocero del Movilh (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual), "cada día que pasa sin un instrumento que reconozca el derecho a la identidad, es un día más de sistemática transgresión a un derecho humano. No se trata de política".

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