Millarca Valenzuela, la única científica chilena que estudia meteoritos

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Los meteoritos contienen parte del registro del origen de la Tierra. Son abundantes en el norte, pero no hay expertos que los estudien. "Es una anomalía", dice la geóloga de la Universidad de Chile.




El asteroide 11819 es uno de las miles de rocas que orbitan entre Marte y Júpiter. Fue descubierto el 2 de marzo de 1981, pero desde abril de 2017 se llama Millarca, en honor a la chilena Millarca Valenzuela, distinción que la convirtió en la primera geóloga de Chile en recibir dicho reconocimiento. No es su única marca: es también la única científica del país dedicada a la investigación de meteoritos, méritos que la tienen como una de las 130 expositoras del Congreso del Futuro, que se está desarrollando en la sede del ex Congreso Nacional en Santiago y en otras 11 regiones del país.

Afirma que los meteoritos son un puente de unión entre la astronomía y la geología, ya que tienen de alguna forma el registro geológico del planeta. "Son como si fueran fotos instantáneas de las formaciones de los primeros sólidos", explica.

¿Qué es ser geóloga de meteoritos?

Acá en Chile es una anomalía, totalmente. La geología es uno de los aspectos fundamentales para nuestro territorio y nuestra economía, por ende, la formación de los geólogos en Chile está muy enfocada justamente a eso, a resolver problemáticas que tiene el país como lo son los terremotos y la formación de grandes yacimientos minerales. Entonces, cuando yo estaba estudiando, entre todos esos temas aparece este descubrimiento, la existencia de estas rocas extraterrestres que caen en la Tierra y que muy poca gente las estudia.

¿Cómo pasó de la geología tradicional a ser la única geóloga de meteoritos en el país?

Por una casualidad de la vida. A los 19 años fui fotógrafa en la primera expedición de búsqueda de meteoritos que organizó la U. Católica del Norte y el Instituto de Astronomía, que también invitó a geólogos. Entonces, a esa edad tuve una primera experiencia que, de alguna forma, sembró una semilla en mí, lo que significó descubrir que estas rocas entregaban una información que conectaba astronomía y geología. Eso quedó ahí, dando vueltas en mi inconsciente. Dentro de todo eso, mientras estudiaba pregrado, logré ver más allá, imaginarme la Tierra como una esfera en el medio de un Sistema Solar en que todos los planetas son muy distintos y decir '¡oh, que entretenido sería saber más de esto!' para luego vencer los miedos propios de trabajar en un área que no existe ni tiene una base para empezar a investigar.

Entonces, ¿qué significa para Chile la geología de meteoritos?

Al empezar a estudiar el tema me convencí fehacientemente que el tener una acumulación tan grande de meteoritos en el desierto de Atacama no puede ser obviado ya que, tal como el cobre, marcan de alguna forma nuestra identidad como chilenos. No podemos perder a los meteoritos como patrimonio. Por ello empecé a buscar alianzas, a formar estudiantes, para poco a poco ir viendo como la geología se va abriendo para hacer notar que el alcance de las Ciencias de la Tierra es muy grande. Desde Chile ya nos consolidamos en las temáticas tradicionales de la geología y la astronomía, entonces es hora de ponernos a investigar esto, que es uno de los tópicos más escurridizos que hemos enfrentado en los últimos años, es decir, el cómo se originó la vida en el planeta y si realmente estamos solos en el Universo.

Proyecto de ley

¿Qué sucedió con el proyecto de ley que buscaba proteger los meteoritos que caen en suelo chileno?

Esto logró ser una propuesta de ley dentro de la comisión que asesora en temas de ciencia al gobierno, pero no pasó a más. Esto se debe a que hay mucha ignorancia y desconocimiento acerca del tema. Por ello, lo que nosotros esperamos es que estar acá en el Congreso del Futuro sirva para que más gente sepa que los meteoritos son un tipo de patrimonio que tenemos y que lo podríamos perder. Uno no puede valorar lo que no sabe que existe, y de alguna forma mi tarea en los últimos años ha sido dar muchas charlas, ir a colegios, estar presente en actividades de difusión justamente para dar a conocer esto que yo considero que es muy importante proteger y que, además, tiene un potencial enorme para construir ciencia y tecnología a futuro para mejorar el nivel científico del país.

Entonces, ¿aún podría venir cualquier expedición a sacar meteoritos del Desierto de Atacama?

Sí, de hecho, la forma en que logramos contenerlo es a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, que utiliza un mecanismo para que la expedición sea autorizada y sea vinculada a una institución, que en este momento es el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), entidad por la que fui contratada para hacerme cargo del Repositorio Nacional de Meteoritos, porque su director creyó en este proyecto. Ello es importante ya que si no protegemos ahora los meteoritos, a futuro veremos a muchos de ellos estarán siendo comercializados en Europa.

De hecho, hay un gran mercado asociado a los meteoritos, por ser rocas que podrían compararse con diamantes, ya que también son muy escasas, pero que además tienen una información científica única. Por eso es importante que tengamos más control, y eso significa educar a los funcionarios de la Aduana, a la PDI, a los Carabineros, educar a todos los que estamos de alguna forma tratando con el tema, y que ello vaya de la mano con la generación de capital humano avanzado, es decir, gente que se forme en estas temáticas, no para que lo estudien afuera sino para que lo podamos estudiar desde Chile. De esta forma, iremos construyendo algo que de verdad puede ser un impacto positivo para la protección de los meteoritos en nuestro país.

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