Un supermercado alemán vació sus estantes y góndolas de productos quitando todo aquello de origen extranjero para enseñar a sus ciudadanos una lección sobre el racismo y la diversidad.

La tienda, ubicada en Hamburgo, colocó letreros en vez de los productos con mensajes como "Este estante es bastante aburrido sin diversidad"

Los compradores entraron sorprendidos por la poca variedad de productos que tenían en la tienda, demostrando cuán dependiente son las personas de los productos importados de otros países.

Otro de los mensajes decían "Nuestra gama de productos ahora conoce fronteras", "Así de vacío se ve este estante sin extranjeros", y "seríamos muy pobres sin diversidad". 

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