¿Cómo se forja un acuerdo tributario?

Patricio Aylwin


No tenemos que ir muy lejos para responder esta pregunta. Del mismo modo y por las mismas razones que llevaron a un acuerdo tributario en el gobierno del Presidente Aylwin. No hay alternativa a un acuerdo tributario si queremos dejar atrás esta discusión y dar estabilidad a la economía por los próximos 20 años.

El Presidente Aylwin heredó un marco tributario que no era consensual, que había sido impuesto y él hizo una campaña presidencial para modificarlo. El marco actual no es consensual, salió de una cocina en un contexto de una propuesta radical enviada por el Ejecutivo el año 2014, con mayorías en el Congreso que más parecían una aplanadora. El acuerdo en el Congreso del año 2014 fue una tregua, no un acuerdo para 20 años.

Mientras el gobierno avanza en su propuesta, la sociedad civil debe debatir y dialogar sobre este tema abiertamente. La reforma tributaria definitiva no puede salir de una cocina, sino de un diálogo franco y abierto. Hay muchos puntos de encuentro. Los técnicos de lado y lado podemos contribuir a a ese acuerdo político necesario, como lo hicimos en los tiempos de la Concertación y podemos volver a hacerlo hoy. Que todos compartimos los principios de elevar la recaudación hasta el 21%, como se propuso la reforma del año 2014 y aún no puede lograrlo; todos queremos que el que gane más pague más, algo que no era un principio consensual en los años noventa, pues los impuestos no se consideraban como instrumento distributivo, y eso cambió. Que una vez cerrados los forados de elusión, mérito de la reforma de 2014, aún podemos y debemos seguir cerrando rendijas de elusión, varias de las cuales persisten en el mercado de capitales.

Tampoco nadie desea eliminar la Norma Anti Elusión, sino que es necesario consensuarla. Que es relevante un marco simple para incentivar la inversión y el emprendimiento, y que ello no puede estar desalineado con lo que está ocurriendo en otros países con sus tasas corporativas a las empresas.

¿Son estos principios solo compartidos por técnicos y políticos? No, sino por amplios sectores de la sociedad civil, incluido el mundo empresarial, grande y pequeño. La dirigencia empresarial de hoy ha dado claras muestras de que el mundo de la empresa en Chile ha escuchado las demandas de cambio del país. No está reivindicando granjerías, sino que quiere hacer su aporte. Que la empresa no termina en las utilidades, sino en la sociedad; que el capitalismo consciente es distinto al capitalismo salvaje; y que efectivamente hay que salvar al capitalismo de algunos capitalistas. Las propuestas tributarias de los gremios empresariales están conectadas con las demandas de la sociedad y eso todavía no se sabe. Abramos un debate sustantivo pues el país merece un marco tributario consensuado.

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