El pescado alucinógeno
Conocido como "el pez que hace los sueños" por las antiguas culturas arábigas, el sarpa salpa –que se encuentra en las aguas del Mediterráneo– puede tener efectos similares a los del LSD. Esta es su historia.
Conocido como "el pez que hace los sueños" por las antiguas culturas arábigas, el sarpa salpa –que se encuentra en las aguas del Mediterráneo– puede tener efectos similares a los del LSD. Esta es su historia.
En 2006, un hombre de 40 años pidió pescado en un restorán al sur de Francia. le sirvieron una especie bastante común del mar Mediterráneo: el sarpa salpa, un pez de carne blanca y escamas plateadas que también se encuentra en algunas partes del atlántico, sudáfrica y sur de mozambique. Al día siguiente comenzó a sentir un malestar generalizado, con dolores musculares, náuseas y visión borrosa, que devino en horribles alucinaciones donde veía animales y oía sonidos perturbadores. Fue hospitalizado de inmediato, pero los síntomas se mantuvieron por unas 36 horas. Otro caso similar se registró poco después en la misma zona: un hombre de 90 años que ingirió el mismo pescado padeció, durante casi tres días, pesadillas y alucinaciones auditivas que plagaban su cabeza de gritos humanos y chirridos de animales.
Estos curiosos episodios dispararon un estudio –publicado el mismo año por investigadores franceses en la revista Clinical Toxicology– sobre el ichthyoallyeino-
toxism: el fenómeno de embriaguez alucinatoria provocada por una particular intoxicación con pescado, en este caso el sarpa salpa. Según los investigadores, sus cualidades para el divertimento son de larga data: partes de este pescado se consumían como droga recreacional en diversas regiones alrededor del Mediterráneo durante los tiempos del Imperio Romano; además, otros trabajos sugieren que también se utilizaba en ceremonias rituales de la Polinesia. Por lo mismo, en las culturas arábigas se lo conocía como "el pez que hace los sueños".
Los ejemplares más grandes de Sarpa Salpa llegan a medir hasta medio metro de largo, y se distinguen por su piel plateada cubierta de rayas longitudinales de un color amarillento o dorado.
Aunque no se ha podido identificar específicamente la toxina responsable de este tipo de envenenamientos, se cree que puede deberse a alcaloides presentes en las algas que estos peces consumen (se alimentan principalmente de plantas subacuáticas como la posidonia oceánica, endémica del Mediterráneo, o algas marinas como la caulerpa) que poseen estructuras químicas similares a las del ácido lisérgico o LSD. Pero dichas sustancias suelen encontrarse principalmente en la cabeza del animal, y solo en cantidades muy altas pueden llegar a disparar una reacción del tipo alucinatorio, por lo cual, en principio, sus cualidades sicoactivas solo emergen en casos excepcionales.
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