“Oleadas de síntomas”: Las consecuencias que deberán experimentar las personas con ‘Covid prolongado’

29/04/2020 PERSONAL MEDICO DE URGENCIA DE LA POSTA CENTRAL, TRABAJA CON PACIENTES INFECTADOS POR EL COVID19 Mario Tellez/La Tercera

Una investigación preliminar logró determinar “patrones comunes” dentro de los pacientes que sufren “Covid de larga duración”. Y si bien se pudieron registrar determinados padecimientos estándar, los expertos advierten que estos no podrían desaparecer cuando inicia otra “ola”, acumulando varios síntomas al mismo tiempo.


Las batallas para superar el virus Sars-CoV-2 son diversas. Si bien puedes recuperarte sin mayores complicaciones después de la infección, muchas personas todavía podrían enfrentar un combate aún más extenso.

Y es que el Covid prolongado ha sido la problemática que han debido enfrentar los sobrevivientes del coronavirus, desarrollando una serie de síntomas semanas, hasta meses después de haberse contagiado. Algunos expertos advierten que quizás estos padecimientos podrían ser crónicos.

Según los datos de una aplicación de seguimiento de síntomas diseñada por el King’s College de Londres, el 10% de los pacientes con Covid-19 no se siente completamente recuperado después de tres semanas y el 5% puede continuar enfermo durante meses.

Todavía se desconoce una causa clara para el Covid prolongado, ya que este se ha reportado tanto en quienes que se infectaron de forma leve con el patógeno, como en pacientes que han debido ser internados.

“Olas de síntomas”

Sin embargo, y a pesar de desconocer qué lo provoca, investigadores han visto patrones comunes dentro de los padecimientos que los pacientes afectados han reportado.

Los síntomas que se han visto en los funcionarios chilenos son angustia y trastornos de sueño.

Natalie Lambert, profesora asociada de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, encuestó a miles de pacientes con Covid de “larga duración”, descubriendo que existían afecciones específicas que tendían a aparecer en intervalos regulares, generalmente después de 7 a 10 días, a los cuales denominó como “oleadas de síntomas”.

Para el doctor Richard Walker, presidente de medicina de emergencia del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee en Memphis, Estados Unidos, esta era “una investigación muy importante”, debido a que “cada vez que podemos predecir el curso de la enfermedad, nos ofrece la capacidad de mitigar los problemas”, explicó Walker.

Lambert encuestó a 5.163 “transportistas” de larga duración. Los pacientes fueron contactados en línea a través de la página Survivor Corps, sitio dedicado a los pacientes con Covid prolongado.

En la encuesta, la investigadora de la Universidad de Indiana preguntó a los pacientes qué síntomas tenían y aproximadamente cuánto tiempo después desde que comenzaron sus enfermedades las empezaron a manifestar.

En general, los pacientes informaron más de 100 síntomas. Lambert afirmó que los encuestados están “rastreando” sus padecimientos semana tras semana para poder informar al médico y así obtener algún tipo de ayuda para tratarlos.

A Doctor attends to a patient at an intensive care unit designated for people infected with COVID-19 at a hospital in Buenos Aires, Argentina, Monday, Sept. 21, 2020. (AP Photo/Natacha Pisarenko)

Cuando la investigadora analizó la duración de los síntomas, encontró algunas similitudes.

Patrones en común

La primera ola son claramente los síntomas más parecidos a los de la gripe”, como fatiga, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos, indicó Lambert. “Después parece que la diarrea, las náuseas y los vómitos son cinco días después, por lo general”.

No obstante, las “nuevas olas” no significan que los padecimientos anteriores desaparezcan, ya que estos pueden persistir o desaparecer y reaparecer más tarde.

Aproximadamente diez días después, “otra ola estrella” menciona Lambert. Esta vez, los síntomas tienden a ser neurológicos, dentro de los que se incluye el mareo, confusión y dificultad para concentrarse.

Los pacientes también pueden desarrollar dolor en las articulaciones y lumbalgia (dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda). Algunos informan que la presión en el cerebro es tan intensa que se siente como si sus cabezas pudieran explotar.

Si bien en un inicio Espacio Riesco estuvo pensado para la atención de pacientes no Covid-19, terminó siendo destinado para atender pacientes con el virus que necesitaran de cuidados mínimos o intermedios.

Quince días después de superada la enfermedad, otra ola de nuevos síntomas aparecen. Presión arterial alta o baja, palpitaciones del corazón y tendencia a desmayarse. Una semana después, aproximadamente 21 días, los pacientes comienzan a experimentar problemas como llagas en la boca, espasmos musculares, infecciones oculares y una afección de la piel conocida como “manos Covid”.

Los síntomas de Covid-19 son variables. Las primeras oleadas de síntomas tienden a reflejar lo que experimentaría un paciente típico que no es un transportista de larga duración, sostuvo la doctora Rebecca Keith, profesora asociada de Medicina Pulmonar y de Cuidados Intensivos en National Jewish Health en Denver, EE.UU.

Es decir, no hay forma de saber desde el principio si un paciente podría convertirse en un transportista de larga duración de Covid. De hecho, todavía no existen criterios estándar para definir o diagnosticar a los transportistas de larga distancia. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, o pueden durar meses.

Una vez que comienzan a tener síntomas después de seis a ocho semanas, la gente comienza a preocuparse mucho”, agregó Keith.

La doctora Michele Longo, profesora asistente de neurología en la Universidad de Tulane en Nueva Orleans que trabaja con pacientes con Covid prolongado, afirmó que los síntomas neurológicos enumerados en la encuesta de Lambert son, de hecho, “los que más comúnmente informan los pacientes” en su clínica.

Aún no se sabe por qué parece haber una predilección por los síntomas neurológicos en las secuelas post aguda de la infección por Covid”, añadió Longo.

Keith estuvo de acuerdo con Longo, indicando que “si podemos definir las vías que están contribuyendo a esto desde un punto de vista científico, podemos pensar en cómo hablar sobre terapias y esperanza, explicó la profesora de Medicina Pulmonar y Cuidados Intensivos.

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