Manifiesto de Denise Rosenthal: "Hay gente que sigue pensando que tengo 18 años"

La cantante, que la semana pasada estuvo presentando un musical en el GAM, repasa en su Manifiesto aspectos desconocidos de sus inicios y hace un diagnostico sobre su nueva identidad artística


Hay gente que sigue pensando que tengo 18 años. Tampoco estoy tan vieja, tengo 27 años, pero ya pasó un ciclo. He tratado de descubrir o generar mi propia identidad durante los años que han pasado. Estas son cosas que un artista vive en intimidad, pero en mi caso, como partí desde tan chica, todo ha sido muy expuesto. La gente ha podido ver todas mis fallas, mis búsquedas y mis retrocesos.

Lo que busco a través de mi música es trascender, dejar una huella en el mundo. Es súper ambicioso, pero esa es mi meta desde lo más profundo de mi corazón. No hago música para satisfacerme a mí, sino que para conectar con el público. Descubrí que a través de eso hay una herramienta para poder generar emociones que están un poco perdidas en la actualidad. Mis ambiciones son grandes, porque quiero cambiar el mundo. Y para eso tengo que llegar a la mayor cantidad de gente posible.

Cuando niña era como un pequeño monstruito. Tenía una personalidad bastante extrovertida y llevada a mis ideas. Seguramente porque era la menor y eso marcó mi personalidad. Era una niña que requería mucha atención. Solo me entendía con la gente que se daba el tiempo de entenderme, de escucharme y comprenderme. Me sentía un poco marginada de mi entorno, porque me gustaban otras cosas y me expresaba distinto.

No tengo cosas en común con la mayoría de los jóvenes de mi edad. Mi primer disco lo grabé de manera amateur a los 14 años; entré a la televisión y canté en el Festival de Viña cuando era adolescente. Viví muchas cosas anticipadas, como ganar mucha plata y tener que lidiar con presiones poco comunes para alguien de mi edad. Eso es algo que me hace ser quien soy, entonces lo abrazo y le tengo mucho cariño a esa etapa.

No confío mucho en los exponentes que existen en política. Más que sentirme identificada con algún partido, creo que voy desarrollando mis propias creencias para poder generar un lugar mejor para vivir. A través de mi música puedo ser un agente de cambio. No me vinculo con partidos o con la política tradicional.

Asumí que Amango, el programa de televisión infantil en el que partí, era un producto con fecha de expiración y yo no quería eso para mí. En ese momento decidí que quería dedicarme a la música. Había estado en varios proyectos de televisión con apenas 18 años, pero tenía la sensación de que todo eso iba a expirar. No quería que mi proyecto fuera así de intrascendente y por eso me fui a estudiar música a Argentina.

Cuando estoy de gira me distraigo tejiendo. Trato de tener mis palillos siempre que salgo a cantar. La verdad es que no me queda tiempo libre para un hobbie. Cuando tengo un rato, trato de descansar o lo invierto en seguir aprendiendo nuevas herramientas para darle más fuerza a mi discurso como comunicadora.

Los medios de comunicación son súper sexistas. Siempre las portadas hacia las mujeres tienen que ver por cómo se vio, cómo tiene el pelo o si subió o no de peso. Muchas veces me he sentido vinculada a ese tipo de situaciones. Y no es porque mi música no sea buena o no la escuche nadie. Lamentablemente, vivimos en una sociedad que rescata ese tipo de cosas. Soy feminista, trabajar en una banda solo con mujeres es mi forma de incentivar cambios sobre la equidad de genero.

Mi peor fracaso en los escenarios fue a los ocho años. Estaba en un asado familiar y llamé a todos mis tíos para que vieran mi show. Preparé el living, tenía una coreografía y todo. Me puse a bailar el "Cha Cha Cha", que estaba de moda, y de repente me fui para atrás: quebré toda la mesa. Fue muy triste.

Trato de tener compasión con la gente que me trolea en redes sociales. A veces leo los comentarios que me llegan a Twitter y algunos son muy fuertes. Creo que las personas malintencionadas necesitan un poco de amor. No tengo rabia con ellos. Estoy súper segura de mi trabajo, de mi físico y de lo que valgo, entonces no me afecta mayormente.

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