Max Hollein, director del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York: “El Met ha sobrevivido tiempos de incertidumbre y demostrado resistencia”

El museo de la Quinta Avenida, uno de los más visitados del mundo, acaba de cumplir 150 años con sus puertas cerradas al público. Su director se refiere a las dificultades económicas y de programación que han enfrentado.


Es uno de los museos más visitados del mundo pero desde el 13 de marzo mantiene sus puertas cerradas. El Museo Metropolitano de Arte (Met) es un ícono de la cultura en Nueva York, la ciudad que por estos días acumula la mayor cantidad de contagios en el mundo con más de 200 mil casos. Ubicado en la Quinta Avenida, el Met acaba de cumplir 150 años, pero es un aniversario inusual: el espacio que el año pasado recibió 6,5 millones de visitas, hoy está sin público.

Fundado el 13 de abril de 1870, el museo cuenta con cinco pisos y un interior de 190 mil metros cuadrados donde se distribuye su colección de más de dos millones de obras entre pintura, escultura, arte egipcio, asiático, europeo, oceánico, así como también acervos de instrumentos, vestuario, armaduras y más. Una colección que comenzó cuando el Met adquirió su primer objeto: un sarcófago de mármol romano que data de 1863.

La principal actividad programada para celebrar su aniversario era la exposición Making The Met, 1870-2020, la que ya estaba montada antes del cierre. “Se inaugurará una vez que se vuelva a abrir el museo, y permanecerá a la vista hasta enero de 2021. Es la exposición ideal por el momento que representa la historia del Met. Muestra cómo el museo ha sobrevivido a tiempos pasados llenos de incertidumbre y ha demostrado la resistencia de la institución”, cuenta el director del Met, Max Hollein, a La Tercera.

Debido a la pandemia, los esfuerzos del Met se han dirigido a acompañar al público de otra manera. “Nuestro enfoque en este momento no está en nuestro aniversario, sino en lo que podemos hacer para que la comunidad global brinde algo de consuelo, alegría e inspiración a las vidas de las personas a través de nuestra programación en línea y en las redes sociales”, agrega.

En esa dirección, están disponibles contenidos como La línea de tiempo de la historia del arte de Heilbrunn, donde a través de la colección del museo se puede explorar de manera temática, geográfica y cronológica la historia global del arte. También es posible encontrar videos en 360 grados, publicaciones como el catálogo de la muestra aniversario o iniciativas a través de Instagram donde curadores reflexionan sobre piezas específicas de la colección.

“Difundir nuestro contenido educativo, nuestras narrativas atractivas, nuestras historias sobre el arte y la cultura, y el contexto profundo de nuestras colecciones al tiempo que hace que todas nuestras existencias sean accesibles en línea, es una parte importante de lo que hacemos y lo que representa el museo”, explica Hollein. Y la respuesta ha sido positiva. En Instagram aumentaron la participación del público en un 95%, mientras que el tráfico de su sitio web subió en un 76%.

Impacto económico

“Nuestra primera prioridad ha sido la seguridad de nuestro personal y visitantes, por lo que tomamos la decisión de cerrar temporalmente a partir del 13 de marzo”, dice Hollein. Sin embargo, ese cierre, que esperan dure hasta el 1 de julio, significó incómodas consecuencias en la programación y en los aspectos financieros de la institución.

A diferencia de otros museos de Nueva York que solo tienen una tarifa sugerida, el Met cobra un ticket de 25 dólares y recibe cerca de 7 millones de visitas anualmente. Con sus salas cerradas y actividades suspendidas, proyecta un déficit de unos US$ 100 millones.

“Financieramente este es un momento en extremo desafiante para todos, con flujos de ingresos esencialmente en espera. Programáticamente, estamos en el proceso muy complejo de reprogramar exhibiciones y eventos”, añade Hollein.

Desde el Met proyectan un lento regreso a la normalidad una vez controlada la crisis. “El turismo en el que confía especialmente un lugar como Nueva York, será significativamente menor, por lo que anticipamos ingresos reducidos por las entradas. También podría haber un cambio en nuestra programación, con un enfoque más centrado en nuestra colección y menos en programas de préstamos costosos”, señala Hollein.

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