Yellow Submarine: historia de una película diferente

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La película animada inspirada en el universo psicodélico de los Beatles nació por obligación, pero dio la oportunidad a un grupo de artistas de crear una propuesta alejada de la animación de su tiempo.


Los 50 años del estreno de la película animada Yellow Submarine se celebraron con su flamante regreso a los cines. El 8 de julio de 2018 la cinta se exhibió en salas de cine de EEUU, Irlanda y Reino Unido, en una versión restaurada en calidad 4k con sonido remezclado en stereo 5.1 envolvente, cuyas entradas se pusieron a la venta con total éxito. En el sitio web yellowsubmarine.film se puede adquirir además mechandising tan diverso como trajes de baño, poleras, calcetines y una novela gráfica, entre otras.

El filme nació por cumplir. A comienzos de 1967, los Beatles por contrato debían una película a la productora United Artist, tras estrenar A hard day's night (1965) y Help! (1965). Pero a los de Liverpool no les apetecía volver a los sets y aprender libretos. En esos momentos estaban enfocados en crear música a tiempo completo tras renunciar a las giras. Entonces la idea de una película animada surgió como solución, pues no requería mayor participación de la banda y solo se les obligaba a contribuir con cuatro canciones nuevas.

En rigor, fue el productor de televisión estadounidense Al Brodax quien ofreció a Brian Epstein, manager de la banda, la posibilidad de realizar un largometraje animado sobre el cuarteto. No era la primera vez que hacían negocios; el norteamericano fue el realizador de la serie de cartoons sobre la banda –llamada The Beatles– que el canal ABC exhibió con éxito los sábados en la mañana entre 1965 y 1969. Con ojo comercial, el productor intuyó que si la animación era rentable en la pantalla chica, se podía dar el salto al celuloide.

Solo un detalle complicaba la producción del filme: a los Beatles les desagradó la serie animada emitida por ABC. Les parecía simplona y que los encasillaba en estereotipos. Además, aparecían cantando sus canciones sin mayor explicación. Por eso, aunque no se involucraron en el trabajo de la cinta, exigieron un producto de mejor calidad.

Con un presupuesto de 250.000 libras, el equipo liderado por Brodax y el director George Dunning contactó al diseñador gráfico checo Heinz Edelmann para que trabajara en los dibujos del filme, con la premisa de que fueran diferentes a las caricaturas sobre los fab four que ya existían. El artista no miró muy lejos: la estética del disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, lanzado en mayo del 67′, y el auge de la psicodelia le dieron el insumo que necesitaba para dotar de carácter a sus creaciones.

Edelmann trabajó en las oficinas de Soho Square en Londres y dormía solo cuatro horas diarias. De su inspiración nacieron los diseños de todos los personajes: los Beatles, los Blue Minnies, el Capitán y Jeremy, quien está basado en Flook, el personaje de una historieta que circulaba en el Daily Mail. Su idea era crear diseños totalmente diferentes a los del universo Disney.

Brian Epstein rechazó por diferentes motivos los primeros guiones del filme. Ante ello, Brodax reclutó al joven dramaturgo Lee Minoff para que desarrollara un guión de mejor factura, con la colaboración de los escritores Jack Mendelshon, Roger McGough y las revisiones de Erich Segal, quien años después alcanzó reconocimiento por su novela Love Story. Incluso John Lennon aportó algunas ideas: "Brodax me sacó la mitad del Submarino Amarillo. Hoover, la máquina que absorbe a la gente…todo eso fueron ideas mías", relata el autor de Help! en el libro The Beatles Anthology. En total se probaron 14 guiones diferentes hasta dar con el definitivo.

Las voces de los personajes de los Beatles fueron realizadas por actores, ante el desinterés de la banda por hacer ese trabajo. "Ringo les quedó muy bien, pero la imitación del acento de Liverpool resultó horrible. Es como un americano intentando hablar en cockney", opina Paul McCartney en el mismo libro de antología. El cuarteto solo participó en el cameo de la escena final, que se filmó el 25 de enero de 1968, pocos días antes del viaje que realizaron a la India (del que puedes leer acá).

La película se estrenó el 17 de julio de ese año en el London Pavilion, en Piccadilly Circus, con la presencia de la banda al completo. Una multitud se congregó para esperar a sus ídolos y la policía debió intervenir para controlarles. El evento permitió a los fab four esconder bajo la alfombra, por un momento, las tensiones que ya comenzaban a surgir durante las sesiones de grabación del White Album.

El álbum que reunió las canciones grabadas por los Beatles para la película se lanzó el 17 de enero de 1969 y es el único de la banda que no alcanzó el primer lugar de los rankings. La cara A Incluye cuatro temas inéditos, en su mayoría descartados de las sesiones de Sgt Pepper's y Magical Mistery Tour ("Only a Northern song", "Hey Bulldog", "It's all too much" y "All together now") y dos canciones lanzadas anteriormente (la que da nombre al álbum y el sencillo "All you need is love"). En la cara B está la música instrumental de la película compuesta y arreglada por el productor de los fab four, George Martin.

Tanto a la banda como a los críticos de la época les gustó la película. Hoy en el sitio especializado en cine Rotten Tomatoes, tiene una aprobación de un 96%, la misma que tiene por ejemplo, Star Wars: a new hope. La versión estadounidense no incluía la secuencia de la canción "Hey Bulldog", la que se añadió en la restauración del filme en 1999.

“Sin Yellow Submarine no habría Los Simpson, ni Futurama, ni South Park, ni Toy Story, ni Shrek”, afirmó Josh Weinstein, uno de los guionistas de la exitosa serie sobre la familia de Springfield. Sus palabras revelan la importancia de la película para redefinir la animación infantil. El anhelo compartido por el equipo realizador se concretó: crearon algo diferente.

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