Hubo un momento en que Chris Martin se hartó. Cansado del peso que significaba ser el líder de una banda exitosa, con la obligación de ir alimentando una máquina devoradora de singles, en 2019 hizo una nota mental. No más.

Ese espíritu de hacer música sin presión lo llevó al disco Everyday life, que su banda Coldplay publicó ese año. Un disco doble, menos singlero, más experimental, más alternativo.

“Creo que honestamente, lo que hicimos con este disco fue: ‘A la mierda. No me importa lo que los demás piensen, sólo hay que dejarlo ser’. La manera en la que percibo la vida en estos momentos es que tienes que aferrarte a lo que quieres y a quienes quieres. Porque al final eso es cuidarte a ti mismo. Vernos como uno solo. Viajamos por el mundo tan seguido que nos veo así, como una gran familia. No creo en el tribalismo. Tampoco creo en el nacionalismo. Creo que fuimos puestos en este lugar por algo mucho más grande que nosotros. Eso me impresiona y me hace sentir agradecido de estar aquí y de poder hacer lo que hago”, dijo en declaraciones a Rolling Stone, en febrero del 2020.

Foto: Pedro Rodríguez

Por entonces, Martin ya parecía despegarse de cualquier etiqueta: “Hay que aclarar que no somos una banda de rock”, afirmó en esa misma charla. La banda ya había girado sin retorno a hacer música suave pero con vocación de estadios.

Eso sí, Martin se puso lejos de la arrogancia de los hermanos Gallagher, cuando en la efervescencia noventera vociferaban que Oasis era la mejor banda del planeta: “Eso es algo que ya no me importa. Creo que por fin me he dado cuenta que nuestro trabajo es ser nuestra mejor versión en el mundo. Y eso existe porque lo amamos. Llegaremos a las personas que necesitemos llegar haciendo discos y viajando por el mundo. Somos el mejor Coldplay del mundo”.

Superar el miedo

Nacido el 2 de marzo de 1977 en Exeter, Inglaterra, Chris Martin ha comentado en entrevistas que en la edad de las espinillas era homofóbico. “Pensaba: ‘Si soy gay, estoy completamente jodido por la eternidad’. Apenas estaba descubriendo la sexualidad. ‘Tal vez soy gay. No puedo serlo’. Estaba horrorizado. Estaba en una escuela con muchos compañeros muy rudos y todos me decían: ‘Definitivamente eres gay’. Fue muy extraño para mí por algunos años”, comentó en esa misma nota con Rolling Stone.

Pero gracias a la música comenzó a superar ese miedo, y a comenzar una búsqueda que ha extendido con las canciones que realiza con su banda. “Probablemente el leer sobre Elton John ayudó. Darme cuenta que muchos de mis héroes eran gays y que eso no es lo que importa. Eso alivió una gran presión para mí, pero al mismo tiempo me hizo cuestionarme si todo lo que estaba aprendiendo de Dios era realmente algo en lo que creía. Hoy Dios es todo para mí. Está en todo y en todos; es amor y es el milagro en la célula de absolutamente todo”.

Se casó en 2003 con la actriz Gwyneth Paltrow, con quien tuvo dos hijos. Sin embargo, el matrimonio se divorció en el 2014. Hasta hoy, han dicho que mantienen una relación “amistosa”. Eso sí, no exento de sufrimiento. “Estuve todo un año deprimido tras la ruptura, pero he vivido muchas cosas desde entonces”, confesó a El País.

Pero como todas las parejas dejan algo, a Martin el paso de Paltrow por su vida le dejó nada menos que el gusto por el idioma castellano. Pasa que la mujer de Shakespeare in Love (1998) habla a la perfección nuestro idioma, ya que vivió como estudiante de intercambio en la localidad española de Talavera de la Reina, en Toledo. De hecho, ella se lo enseñó a sus dos hijos, y así, todos en la casa hablaban la lengua de Cervantes...menos Chris.

Coldplay para todos

Hoy, Martin vive en la soleada Malibú, en Los Ángeles, junto a su actual pareja, la también actriz Dakota Johnson y su perro Zeppelin. Juntos desde 2018, ella ha sido fundamental en acentuar la política del grupo sobre pensar en los fans, con énfasis en aquellos con capacidades diferentes.

El pasado 13 de mayo, en la cuenta de Instagram del grupo apareció un curioso mensaje: “Queremos que nuestros shows en vivo sean lo más inclusivos y accesibles posible. Para nuestros invitados sordos y con problemas de audición, nos enorgullece ofrecer @subpac (chalecos portátiles que emiten bajos), además de dos intérpretes de lenguaje de señas en cada espectáculo. Si vamos a una ciudad cercana a usted y le gustaría ver el programa con el intérprete y los Subpacs, envíe un correo electrónico a access@coldplay.com”.

La idea de estos chalecos que generan accesibilidad para la gente sorda la impulsó Martin, en base a un regalo que le hizo Dakota Johnson. “Mi pareja dijo: ‘Te compré un regalo de Navidad, un Subpac’. Ella dijo: ‘Es como lo que usa Finneas [Eilish] en el escenario. cuando está con Billie [Eilish]’. Y vibra, por lo que es útil para alguien como Finneas escuchar dónde está uno en el bombo”, contó el músico en entrevista con CBS en julio de este 2022.

La idea de Dakota se enmarca en la labor de activista que Martin ha desarrollado, a usanza de Bono, de U2, uno de sus referentes. De hecho, este tour que lo trae a Chile, el Music Of The Spheres, se ha definido como amigable con el medioambiente. Algo que desde el 2019 se venía definiendo como un letit motiv del cuarteto. “Hemos pasado los últimos dos años consultando con expertos ambientales para hacer que este recorrido sea lo más sostenible posible y, lo que es más importante, para aprovechar el potencial del recorrido para impulsar las cosas”, detalló Chris Martin en un comunicado.

Foto: Pedro Rodríguez

Y no solo se queda en las palabras. Para sus shows, el grupo se propuso usar energía 100 por ciento renovable, para lo que concertó una alianza con BWM para desarrollar una batería para espectáculos móvil y recargable, la que está elaborada a partir de baterías BMW i3 reciclables. Además, Martin se ha mostrado cercano a la ONG Oxfam, que aboga por la causa del comercio justo.

En declaraciones recientes a TV Globo, durante la parada de la banda por Brasil, Martin reafirmó sus convicciones: “Nunca desistan. Todos son importantes, nadie es más especial que nadie. Hay que proteger el planeta porque estamos hechos de él y vivimos de él. Sé amable con los demás y vístete como quieras”.

Foto: Pedro Rodríguez

“Parece que soy la única persona que cree en el amor, en la paz, pero luego escuchas una canción y piensas: ‘Ah, mucha gente tiene ganas de mí'. Cuando la gente se reúne en conciertos, trae optimismo”, agregó el blondo.

En la gira también ha hecho gala de su gusto por el castellano. De hecho, en 2017 la banda se reunió con Shakira con quien interpretaron Chantaje. En español. Algo mecánico, pero español al fin y al cabo. Además, se suma al guiño que le hizo a Juan Luis Guerra en marzo pasado cuando cantó Bachata rosa, en su show en República Dominicana. Un hombre feliz todo lo puede.

También lo exhibió anoche en Santiago, en el primero de sus recitales en el Estadio Nacional -siguen este miércoles, viernes y sábado-, cuando habló por largos pasajes en español, bastante más que muchas estrellas de igual calibre.

Por lo demás, se hizo cargo en su show en el Nacional de cuando en la primera venida de Coldplay en 2007, los fans le reprocharon el alto precio de los tickets, lo que los obligó a salir a regalar entradas en pleno hotel (una anécdota que contó a viva voz sobre el final del espectáculo). Chris Martin es un tipo que pretende estar en todas. Aquí, allá y en muchas partes. Un perfil omnipresente que hoy lo consolida como uno de los mayores cantantes de la actualidad.

Imposible zafar de su presencia.

Sigue leyendo en Culto