No han sido para nada fáciles los primeros meses de Reinaldo Rueda al mando de la selección chilena. El técnico ha tenido que enfrentar una serie de obstáculos impensados al inicio del proceso, que comenzó oficialmente el 8 de enero de este año.

La primera piedra en el camino resultó ser una enorme roca finalmente: luego de que entregara su primera nómina para los amistosos ante Suecia y Dinamarca, en Europa, el arquero y capitán de la Roja, Claudio Bravo, anunció a través de su cuenta de Twitter que renunciaba a la citación. "Lamento que me estén llamado en contra de mi voluntad", disparó esa vez.

La baja del histórico portero remeció al colombiano, porque el lío escaló y él quedó en el medio, ya que el meta del Manchester City criticó duramente a Arturo Salah, presidente de la ANFP, su jefe directo.

Hasta hoy, la disputa sigue sin solución, aunque el DT y el jugador retomaron la comunicación hace poco.

Eso se suma a las dificultades que ha tenido el entrenador para realizar los microciclos, sesiones de prácticas en Pinto Durán en las que evalúa a distintos jugadores en búsqueda del recambio de la Generación Dorada.

Muchas veces los jugadores citados no han sido facilitados por los clubes grandes, debido al calendario de competencias. Y últimamente sumó otro elemento contrario: la imposiblidad de levantar el muro que se cayó en el complejo.

Para colmo, ahora se suspendió el amistoso de la Selección con Japón, debido al terremoto que afectó a Sapporo, donde jugarían.