Johnny Herrera volvió a repetir el ritual motivador casi por completo. Igual que ante Coquimbo, el capitán de la U apoyó a sus compañeros antes, durante, y después del partido, con la diferencia de que ante Colo Colo no pudo permanecer en la zona sur de la cancha.

A los 12', César Deischler le ordenó retirarse de la cancha y ubicarse en las tribunas, a lo que Herrera accedió sin resistencia. Mientras desalojaba el sector de camarógrafos recibió la ovación de parte de la hinchada azul: al capitán le creen su versión en la polémica de la marginación con Alfredo Arias.

"Es un tema difícil, pero nada que un café no pueda solucionar", confesó José Luis Navarrete, presidente de Azul Azul, sobre la discusión sobre la marginación del meta.

Herrera no habló. Observó el partido y a Fernando De Paul, su reemplazante, quien se deshizo de los nervios del fin de semana pasado y firmó un correcto partido, aunque no pudo detener el furibundo remate de Pablo Mouche.

Cuando el cotejo finalizaba, Herrera volvió a bajar al túnel y consoló a Henríquez, que fue expulsado por golpear a Insaurralde.