Los sueños del Club Deportivo Las Acacias de Viluco tomaron más fuerza que nunca el 25 de agosto de 2016. Ese día, Claudio Bravo se transformó oficialmente en nuevo arquero del Manchester City, procedente del Barcelona, tras el pago de una suma considerable: 16 millones de euros.

Sin duda, era una muy buena noticia para el humilde conjunto de Buin, que asegura haber tenido en sus filas al portero por más de cinco años: desde el 1 de enero de 1995 hasta el 14 de marzo del 2000, fecha en que fue vendido a Colo Colo. El equipo sureño de la Región Metropolitana sacaba cuentas alegres. Según sus cálculos, le correspondían, por derechos de formación, 260 mil euros del traspaso, el 1,625% del total del mismo.

El mecanismo de solidaridad de la FIFA, para darle una mano a instituciones de escasos recursos que forman jugadores jóvenes, establece que el club formador debe recibir el 0,25% del dinero de la operación por cada temporada en la que tuvo al jugador entre los 12 y 15 años de edad; mientras que la cantidad aumenta al 0,5% por temporada, desde los 16 y hasta los 23 años.

"Como se puede apreciar en el pasaporte federativo de Claudio, lo tuvimos desde los 12 años y se fue a Colo Colo poco antes de cumplir 17. En total, cinco temporadas y tres meses acá, por eso lo que nos corresponde es el 1,625% de su traspaso al City", asegura Leonardo Herrera, tesorero y coordinador de Las Acacias.

En ese escenario, el club inició los trámites para cobrar el dinero que, asegura, le pertenece. "Queremos construir un complejo deportivo, tener una cancha propia, infraestructura que actualmente no poseemos", afirma el directivo. Sin embargo, sus deseos se encontraron con una enorme piedra en el camino. Mientras revisaban distintos terrenos donde levantar el anhelado proyecto, contactaron con un abogado para que realizara el papeleo legal para cobrar los 260 mil euros, equivalentes aproximadamente a 206 millones de pesos.

Como el club había sido desafiliado de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA), por no tener cancha ni sede, el primer paso era volver al fútbol federado -a pesar de que asegura haber seguido existiendo siempre-, lo que consiguió el 19 de abril de este año, tras casi un año de intentos para ser reincorporado.

Lo segundo era ingresar la petición del dinero en la FIFA a través de la ANFP. Este trámite tenía que hacerlo a través del ente rector, ya que como club perteneciente a la ANFA estaba impedido, al no estar en el Sistema de Correlación de Transferencias de la FIFA (TMS, por sus siglas en inglés).

Y aquí vino la sorpresa.

Al ingresar la solicitud, en la ANFP le comunicaron que era improcedente, ya que el dinero ya había sido cobrado en 2017. ¿Por quién? Colo Colo ya tiene su parte (cerca de $ 500 mil). La que le correspondía a Las Acacias fue cobrada por la propia entidad que preside Arturo Salah, apunta Herrera. La razón esgrimida por el organismo se resume así: como el club en el que se inició Bravo estaba desafiliado al momento del traspaso, a quien le correspondía recibir esos recursos es a la Federación de Fútbol de Chile (FFCh), entidad que también preside Salah.

Por lo mismo, el 14 de mayo pasado Las Acacias demandó al City ante la FIFA, ya que los estatutos indican que en estos casos obligatoriamente se debe actuar contra el equipo comprador. "Eso es efectivo. Demandamos al City, pero aún no han contestado. Queremos saber si es cierto que la ANFP, como se nos dijo por el propio organismo, cobró el dinero. Y si lo hizo de forma correcta o no. Si bien estábamos desafiliados al momento del traspaso, está establecido que tenemos dos años de plazo desde la fecha de la operación para volvernos a afiliar y demandar; lo hemos cumplido", asegura Herrera.

"El 20 de julio pasado, le mandamos una carta a Justo Álvarez, presidente de la ANFA, consultándole si habían recibido los dineros, pero aún no nos han respondido, lo que me parece mal. Está claro que la Federación cobró la plata, pero tenemos esperanza de que se nos devolverá, así debe ser", reclama Herrera, de 31 años e ingeniero.

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Pasaporte deportivo oficial de Claudio Bravo, con membrete de la ANFP y firmado por Sebastián Moreno, actual secretario.[/caption]

Sospechoso

Álvarez, también vicepresidente de la FFCh, asegura que la entidad del fútbol amateur no ha recibido un peso del traspaso de Bravo: "Cuando nos preguntaron el año pasado desde la ANFP sobre ese club les dijimos que estaba desafiliado, pero no sabemos nada de si llegaron o no platas. Lo único que podemos decir es que a la ANFA no ha llegado ni un peso. Prueba de ello es que se hicieron los contactos con Bravo por intermedio de su representante, Cristian Ogalde, y se le explicó la situación. Quedamos de juntarnos cuando viniera a jugar por las Eliminatorias, pero no se dio".

"Es sospechoso. Estas personas vieron que hay una plata y se afiliaron el pasado 19 de abril a la ANFA, a través de la Asociación de Fútbol de Paine, como Las Acacias de Viluco, pero cuando fueron desafiliaron se llamaban Las Acacias, a secas", lanza el mandamás del fútbol amateur. El club asegura tener pruebas contundentes de que es el mismo que formó a Bravo.

La FIFA pone como obligación que los dineros recibidos por una federación se deben reinvertir en programas de desarrollo del fútbol juvenil, lo que se debe acreditar.

La ANFP admite que el dinero está en las arcas federativas, pero que no lo ha reinvertido. Asegura no haberlo tocado: "La Federación de Fútbol de Chile recibió dineros de los derechos de formación del jugador del City Claudio Bravo. Al momento de recibir esos recursos, el Club Las Acacias no existía en los registros federativos de la ANFA, producto de lo cual quedaron en su contabilidad. FIFA envió una carta dirigida a la ANFA para obtener mayor información acerca del club y ANFA no ha entregado respuesta a FIFA sobre este tema. Los recursos se encuentran en la Federación. Mientras ANFA no entregue una respuesta oficial a FIFA, la Federación no puede disponer de esos recursos para ningún fin".

Las Acacias apela al Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA, que establece en el punto 2 del procedimiento de pago del mecanismo de solidaridad: "Es responsabilidad del nuevo club calcular el monto de la contribución de solidaridad y distribuirlo conforme al historial de la carrera del jugador, tal como figura en el pasaporte. Si es necesario, el jugador asistirá al nuevo club a cumplir con esta obligación". Es decir, en caso de dudas, será el propio Bravo quien tenga que aclarar si se trata de su club formador o no.