"A veces me gustaría (descansar), pero tampoco me siento agotada, ni es como si no tuviera tiempo libre, así que no hay apuro. No planeo parar hasta que tenga hijos. Pero probablemente tenga unas vacaciones cuando termine esta gira", decía Joss Stone a La Tercera en 2015, en la antesala de lo que sería su concierto de ese año en el Teatro Caupolicán. Tres años más tarde, esas vacaciones nunca llegaron. No porque no cumpliera su promesa de tomarse una pausa cuando su gira mundial terminara, sino porque dicha gira mundial aún no concluye. La cantante aún está embarcada en su Total World Tour, gira que inició en 2014, y con la cual, como dice su nombre, se planteó recorrer todo el mundo. "Soy una persona que se toma todo bastante literal. Entonces, si digo que voy a hacer una gira mundial, debo hacerle honor a eso, no pasar sólo por algunos lugares. ¿Por qué un país es más importante que otro?", decía en esa misma entrevista.
Desde entonces, la gira ha cumplido su premisa de forma sorprendente: son casi 150 países los que han sido paradas de la gira de Stone en los últimos años. Eso sí, una visita a un lugar en específico no descarta esa ciudad para volver a aparecer en el horizonte del tour, que aún sigue en desarrollo y, por el momento, no cuenta con un final programado. De hecho, Chile volverá a recibir a una de las voces fundamentales del soul británico en el nuevo milenio. Joss Stone regresará con la misma gira a Santiago a fines de 2018, a casi cuatro años de su presentación en el Caupolicán en marzo de 2015. Esta vez, la inglesa se presentará en el 7 de diciembre en el Gran Arena Monticello. Las entradas están a la venta desde hoy, desde los $ 25.000, a través del sistema TicketPro. Será la cuarta presentación de la voz de You had me en suelo nacional, tras su mencionada visita de hace tres años, y dos presentaciones en el Movistar Arena, en 2008 y 2012.
Internacional
La nacida en Kent, Inglaterra, ha publicado siete álbumes durante su carrera, vendiendo cerca de 15 millones de discos en todo el mundo. Ha ganado un Grammy, dos premios Brit y ha sido nominada al prestigioso premio Mercury, que reconoce lo mejor de la música británica. Sus pergaminos son los de una artista veterana y su nombre lleva siendo conocido casi desde comienzos de siglo. Pero Joss Stone tiene tan sólo 31 años. En la edad que muchos artistas comienzan a consolidarse, la británica pareciera haber tenido una carrera completa.
La razón por la cual a tan corta edad Stone ya ha tenido una extensa trayectoria profesional es por lo joven de sus inicios en la música: tras comenzar a hacerse conocida a comienzos de la década pasada en Reino Unido ganando un par de programas de talento, la cantante publicó su primer disco, The soul sessions (2003), con tan sólo 16 años. El álbum fue le presentación mundial de la poderosa voz contralto de Stone, interpretando clásicos del soul de los años 60 y 70, con una notable excepción: el exitoso sencillo Fell in love with a boy, cover del tema Fell in love with a girl de los White Stripes, de 2001.
Un año más tarde llegaría su primer trabajo de composiciones originales, Mind, body & soul, su trabajo más exitoso a nivel internacional, con sencillos como You had me y Spoiled. Esos dos primeros álbumes marcarían el peak del éxito comercial y masividad de Stone, pero a pesar de que en los años siguientes su popularidad no alcanzaría los niveles de esos primeros pasos, la cantante no pausaría nunca su sólida carrera musical. En 2012 publicaría una secuela a su álbum debut, The soul sessions Vol. 2, mientras que en 2015 editaría su último disco de estudio, Water for your soul. Entre medio también formaría parte del súpergrupo SuperHeavy, junto a Mick Jagger y Damian Marley, con quienes publicaría un disco homónimo en 2011, aunque el trabajo no tuvo buenos resultados ni comerciales ni de crítica.
Con su Total World Tour, Stone no ha discriminado al momento de elegir sus destinos ni tampoco el aforo de los lugares donde se presenta, pasando de teatros y arenas a incluso restaurantes. La gira la tuvo durante el pasado mes en medio oriente, donde tocó en países como Jordania, Omán e incluso en Palestina. En 2015 ya hablaba de la filosofía que la llevó a tomar la decisión de tocar en todas partes, sin importar la cantidad de público: "Independiente que mi música sea conocida o no en un lugar, sigue siendo lindo poder compartirla y pasar un buen rato con el público. Si es que ellos saben las letras o no, ¿a quién le importa?".