“A tres años del primer caso de Covid en Chile, recordamos que la pandemia no ha terminado. En las últimas semanas los contagios han aumentado, por lo que es importante mantener tu esquema de vacunación al día #SeguimosCuidándonos”.

El tuit de hoy de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, no hace más que confirmar dos cosas que para la mayoría deberían ser obvias: que la emergencia sanitaria no ha concluido y que lo más importante para evitar contagios o bajar la intensidad de los síntomas y la probabilidad de muerte, es vacunarse.

Hace exactamente tres años, el ministro de la época, Jaime Mañalich, confirmaba el primer caso de coronavirus en el país, un hombre de 33 años, con antecedente de viaje durante un mes por distintos países del sudeste asiático, particularmente en Singapur. Fue atendido en el Hospital de Talca y a los días fue dado de alta.

Hoy, las cifras del Minsal señalan que desde el inicio de la crisis sanitaria ha habido 5.174.951 casos confirmados, de los cuales 7.374 están activos.

Dieciocho días después de presentarse el primer caso de Covid, se registró la primera muerte: una mujer de 82 años, de la comuna de Renca, quien presentaba varias patologías de base, dentro de ellas, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Este viernes, el ministerio informó la muerte de 13 personas a causas del Sars-coV-2 durante las últimas 24 horas. Según los mismos datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), el total de fallecidos debido a la pandemia llega a 64.210 personas, de los cuales 52.458 fueron confirmados y 11.752 declarados sospechosos o probables.

Con más detalle, en el primer año de crisis sanitaria (2020-2021) se registraron 20.684 fallecidos, mientras en el segundo (2021-2022) hubo 21.727 y en el tercero (2022-2023), 10.034.

Abril de 2022.

Contagio y exámenes

También en tres años han variado otras cifras que ha dejado el Covid. Por ejemplo, el día con más casos a nivel nacional durante el primer periodo fue el 14 de junio de 2020 con 6.938 contagiados; en el segundo año se situó el 11 de febrero de 2022 con 38.446 casos; y en el tercero, el 3 de marzo de 2022, con 23.395 personas.

“Aparentemente hay un aumento de casos durante las últimas semanas, pero es claro que no estamos en los niveles que tuvimos en los varios peaks desde el año 2020 en adelante”, dice Sergio Loayza, epidemiólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Diego Portales (UDP).

Y añade que “el virus sigue circulando, pero es difícil hacer una comparación porque por un lado los sistemas de testeo han variado y por otro lado la gente tiene una menor percepción de riesgo y es probable que la necesidad de testearse frente a síntomas leves también haya variado”.

Según el Minsal, durante las últimas 24 horas se informaron 15.666 exámenes (7.345 test de PCR y 8.321 de antígeno) y en total se han realizado 48.486.557 (40.224.375 PCR y 8.262.182 antígenos). El periodo que más exámenes se realizaron fue en el 2021-2022, con más de 21 millones de test de PCR y 434 mil antígenos.

Para Gabriel Cavada, bioestadístico y académico de la Escuela de Medicina de la U. Finis Terrae, el presente de la pandemia en términos de contagio “no es muy novedoso porque la epidemia se expandió a razón del 34% de casos por semana, lo que quiere decir que deberíamos estar esperando un peak muy justificable por las vacaciones, el regreso a clases, que probablemente se produzca a fines de marzo y ahí podríamos contabilizar entre 20.000 a 25.000 casos por semana”.

Cavada habla de una “epidemia en alza”, con una expansión importante por el número de casos, pero destaca una buena noticia: “La cantidad de personas que están internadas en unidades complejas ha venido a la baja desde hace un largo tiempo y afortunadamente la cantidad de fallecidos también se ha mantenido relativamente baja, aunque todavía no estamos en números deseables”.

Pese a que en los dos primeros meses de 2023 se registraron 975 fallecidos, Cavada insiste en que hay un buen escenario. “Si se compara con el resto de la pandemia, es una cifra baja, pero quisiéramos que esta cifra (de muertes) se diluyera con las tasas de mortalidad que produce cualquier otra enfermedad respiratoria, y eso no se ha producido. El Covid sigue siendo la enfermedad respiratoria que más muertes provoca”, sostiene.

Eso sí, el académico de la Finis Terrae también visualiza un elemento negativo: “Desgraciadamente la positividad se mantiene sobre el 10% y la OMS ha puesto como meta de control desde el principio de la pandemia una positividad que no supere el 5%. Entonces nos queda mucho por superar y eso es lo que explica la gran cantidad de contagios”, mas insiste en que la buena noticia es que “efectivamente la enfermedad está siendo menos letal y está produciendo enfermedades menos graves”.

Junio de 2020.

Vacunación

Luego de tres años, la emergencia epidemiológica ha variado y el escenario es más benigno, especialmente gracias a las vacunas: en el país se han administrado más de 62 millones de dosis, 2,1 millones de la bivalente y las personas vacunadas con al menos un refuerzo llegan a 15.730.024.

Lo que no ha cambiado son los grupos de riesgo, que siempre integran las personas de la tercera edad (27.952 fallecidos están en el tramo etario de 70 a 89 años) y con comorbilidades, entre las que destacan hipertensión arterial, diabetes, obesidad, enfermedad pulmonar y renal crónicas.

Según Loayza, no hay evidencia que los grupos de riesgo hayan cambiado. “Las enfermedades respiratorias y en general las infecciosas siguen siendo (más afectados) adultos mayores o personas con enfermedades crónicas debilitantes o inmunocomprometidos por alguna causa”.

Pero remarca que la vacunación en Chile es una de las más destacadas a nivel mundial, pese a la evidente baja que se ha producido en el proceso inmunológico durante los últimos meses.

“La población en Chile está muy vacunada (cobertura de más del 94% en mayores de 18 años). La bivalente está baja (25,49% de la población objetivo país, que es de 8,32 millones de personas), pero va en relación a la percepción de riesgo. Es difícil vacunar a población adulta, que también está cansada de vacunarse tan seguido cuando ya no está viendo casos graves o lo que se veía en el primer año de pandemia”, dice Loayza.

En ese sentido, insiste en la comunicación de riesgo y en el incentivo a vacunarse. “Ahí está la misión del gobierno de reforzar la vacunación o acercar la vacuna a las personas de manera tal que el esfuerzo de ellas sea menor viendo la utilidad que tiene la vacuna”.

Cavada añade que “desgraciadamente las campañas que le ha tocado gestionar a estas autoridades sanitarias, francamente han fracasado. Y no sólo de la actual, de la bivalente, sino que también de la cuarta dosis. No se han alcanzado las coberturas que se habían trazado”. ¿El testeo? “En general es una cifra baja y sobre todo en los antígenos es una información voluntaria”, dice.

Respecto a los plazos que se le pueden dar a la pandemia, Loayza prefiere evitarlos. “¿Pandemia o endemia? Esa es una discusión más académica... Quizás podría afectar algunos temas presupuestarios para el combate de las enfermedades y en especial del coronavirus, pero las recomendaciones van a ser un poco las mismas”.

“Por ahí comunicacionalmente es bueno decir que estamos en una situación de pandemia, porque no sabemos hacia dónde va a ir el virus que está permanentemente mutando”, cierra.