Tuvieron que pasar 10 años para que el coreógrafo argentino Eduardo Yedro (1966) y el director de orquesta y compositor chileno José Luis Domínguez (1971) colaboraran de nuevo en un ballet. En noviembre del 2009 estrenaron en el Teatro Municipal de Santiago El zorro, inspirado en el personaje de Don Diego de la Vega, y ahora, específicamente el miércoles 11 de septiembre, llega La casa de los espíritus, una obra aún más ambiciosa y política, basada en la primera y aún la más famosa de las novelas de Isabel Allende. 

Es un reto de proporciones: a diferencia de las aventuras del héroe de la California española, el fresco familiar de Allende tiene muchos más personajes y a primera vista su acción física no es tan evidente. "Aún así el personaje de Esteban Trueba, el patriarca de la familia, es la columna vertebral de la historia", adelanta Eduardo Yedro, quien dice que la creación de la coreografía se da en los ensayos diarios, incluso hasta el día antes de la primera presentación de este miércoles 11. Hasta ahora van cuatro semanas de práctica. 
"Todo el proceso coreográfico es vertiginoso. Uno no tiene un año entero o seis meses para ensayar, pero por otro lado eso es lo atractivo de este tipo de desafíos. Hay una presión por crear y las cosas deben salir sí o sí", comenta el coreógrafo, que fue quien tuvo la idea de hacer esta adaptación. 

"Habíamos hecho El zorro con José Luis Domínguez y él me preguntó un día qué novela u obra yo querría hacer ballet. Lo consulté con mi esposa (Pamela Figueroa, coreógrafa, bailarina y una de las guionistas de esta producción) y ella me sugirió La casa de los espíritus. La verdad es que yo no había leído el libro hasta ese momento ", explica Yedro. 

Debido al número de personajes de la trama original y a su gran arco histórico (cuatro generaciones de la familia Trueba a lo largo del siglo XX), la versión en danza de La casa de los espíritus (1982) requirió un esfuerzo extra a la hora de la adaptación. Eduardo Yedro lo explica de esta manera:  "Es muy complejo. Hay muchísimos detalles y bastante tiempo entremedio, pero además tenía que elegir los pasajes que a mí me resultaran mejores para coreografiar. ¿Es decir, cómo darle movimiento a un libro? Y, además, tenía que ser de acuerdo a la música que ya había compuesto José Luis Domínguez, que a su vez ya era una interpretación de la novela".

En términos generales, la obra de Isabel Allende (que tiene alrededor de 500 páginas) sigue los destinos de la familia Trueba, desde el patriarca Esteban (hombre furibundo y conservador) hasta personajes como Alba, su nieta de pelo verde, ubicada en la izquierda política y eventual víctima de torturas tras el golpe militar. "Me tocó ver la película también (se refiere a la adaptación de 1993 de Bille August con Jeremy Irons y Meryl Streep), que me pareció bastante buena. Eso sí, ahí se saltan una generación, con el objetivo de poder comprimir la historia. Nosotros no: contamos la historia entera", dice Yedro.
En honor a la verdad, la intervención de Isabel Allende en el ballet fue más bien la de quien da total libertad a quienes se encargan de la adaptación. "Un gran regalo de ella fue confiar en lo que yo hacía", cuenta el coreógrafo, aunque confiesa un detalle sobre el tono "mágico" de la historia. "Isabel Allende me preguntó si iba a incluir los espíritus en la coreografía. Y, claro, van a estar. Son parte del título de la obra".
Si para Yedro la versión dancística de la novela de Isabel Allende fue un trabajo de rigurosa adaptación a los motivos que dominan su historia, para el director de orquesta y compositor José Luis Domínguez fue una ocasión para desplegar su imaginación a máxima potencia. "Es tan grande la historia y hay tantos personajes en su interior, que yo vi esta oportunidad como una manera de estirar las piernas e incorporar muchas cuestiones musicales nuevas", explica Domínguez, quien también dirigirá la obra desde el foso junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago.
El músico adelanta que creó la partitura en base a leitmotivs (motivos conductores) para cada personaje y con melodías definidas de acuerdo a las situaciones en particular. "Cuando se necesita horror hay horror, cuando debe haber algo romántico existe un elemento ad hoc. No se podría decir que es un estilo único, aunque la palabra estilo es siempre una camisa de fuerza", afirma el director serenense radicado en EE.UU. Tampoco hay folclorismos gratuitos: "Existen ciertos matices de música latinoamericana, sobre todo en algunas danzas, pero es bastante sutil. Los que los busquen los encontrarán".

Interpretada por Christopher Montenegro y Romina Contreras en los roles protagónicos  de Esteban Trueba y Clara Del Valle y con escenografía y vestuario de Jorge Gallardo, La casa de los espíritus se dará en el Teatro Municipal desde este miércoles 11 hasta el martes 17, en un total de seis funciones. Más información de precios y horarios en Municipal.cl.