Fue a las 17.00 de la tarde de ayer que se tomó la decisión: el general director de Carabineros, Mario Rozas, hablaría ante los medios de comunicación para referirse a los últimos cuestionamientos a la institución por el actuar policial en las manifestaciones.

La hora fijada para hablar ante la prensa fue, en un comienzo,a  las 18.15 en el frontis de la Dirección General de Carbineros, ubicada en Zenteno 1196. Había incertidumbre al interior de la policía uniformada sobre lo que podía decir Rozas, aunque tenían una certeza: "¿Renunciar? Imposible".

Rozas irrumpió ante las cámaras a las 18.50, luego de retrasar la hora de inicio porque, cuentan en la policía, hubo un minuto en que se pensó en bajar el punto de prensa, pues para las 21.00 estaba fijado que hablaría el Presidente Piñera en La Moneda. Analizados todos los escenarios, finalmente el general director salió, pero no solo.

La puesta en escena de Carabineros, la tarde de ayer, no fue al azar. Se quería dar una señal, y se entendió. Rozas habló con 14 generales a sus espaldas, es decir, con prácticamente todos los oficiales de más alto rango que residen en la capital.

Fuentes de la policía uniformada señalan que existe una "fuerte corriente" de uniformados que decidió no dejar caer a su "número uno". Dicen que el compromiso es tal que las licencias médicas al interior de la institución tuvieron una fuerte caída, y que incluso en estas condiciones de la contingencia, son menores a las que hay en tiempos normales.

El apoyo interno se da en medio de los cuestionamientos a la labor de Carabineros durante la crisis, especialmente sobre el uso de la fuerza. Esta mañana, incluso, los diputados Raúl Soto (IND) y Jorge Brito (RD), entregaron una carta en La Moneda en la que piden la renuncia de Mario Rozas. La senadora Yasna Provoste (DC) también se sumó a las críticas y pidió al general director dar "un paso al costado".

No repetir el caso Hermes Soto

Otro grupo de oficiales comentan que tras la decisión unilateral de cerrar filas con Rozas está el que no quieren que pase lo que ocurrió con Hermes Soto. Esa vez, cuentan, los carabineros que participaron del procedimiento que culminó con la muerte de Camilo Catrillanca, el 14 de noviembre de 2018, le mintieron al entonces general director, lo que terminó sellando su dramática salida.

Hermes Soto se negó a renunciar, y finalmente fue el Congreso el que terminó votando su salida, en una decisión prácticamente inédita.

Pues bien, eso es lo que se quiere evitar: respaldar a Rozas no solo en lo público, sino que también en lo práctico. Acusar todo acto que pueda rozar la irregularidad y ponerse a disposición de todos los sumarios que se abran. Ya son más 400 los procedimientos administrativos que se han abierto.

Pero también hay voces más duras. Hay oficiales que expresaron que sienten que los están cuestionando injustamente, y que si La Moneda no respalda al general director, no saben con qué disposición enfrenten la contingencia, porque dicen que finalmente será Carabineros la única institución desmantelada, después de ocurrida la crisis, y no están dispuestos a asumir ese costo.

Respaldo de La Moneda

En el gobierno se respalda la labor de Rozas y de Carabineros. Ayer en la tarde, incluso, el general director junto al general de Orden y Seguridad, Ricardo Yáñez, participaron en La Moneda de una reunión de coordinación para enfrentar los eventos programados para esta semana.

El apoyo de los carabineros a Rozas también está dado por otro tema. En las huestes uniformadas fue muy bien mirado que los abogados de la institución estén patrocinando las querellas del personal que ha sido lesionado en las manifestaciones. Los uniformados ya han presentado 78 querellas contra quienes han atacado a los policías.