Un gran galpón aloja la fábrica de BauMax donde con la tecnología alemana de Vollert, que opera desde hace más de 40 años en el mundo, construir se ha transformado en un proceso limpio, rápido y sin imprevistos. Es una cadena de producción montada, un poco como ocurre con la fabricación de automóviles. Son cerca de 8 estaciones de trabajo, cada una realiza una fase dedicada con operarios especializados que controlan el desempeño y ejecutan tareas específicas.

Como explica Pablo Kühlenthal, gerente general de la empresa, "el sistema, proveniente de Alemania, se basa en la producción en hormigón de cada elemento de una vivienda, por medio de un software que da las instrucciones de forma directa, desde el modelo BIM, evitando cualquier error de interpretación humana. Luego las piezas de precisión milimétrica son montadas en terreno en un tiempo récord de construcción, por cuadrillas conformadas por 3 instaladores y 1 líder, que operan con la ayuda de una grúa la instalación de cada panel. En esta primera etapa cada líder de equipo cuenta con conocimientos que han sido adquiridos en Alemania, en donde se han entrenado con el equipo de montaje. Otra de las grandes ventajas de la instalación de las partes de una casa es la flexibilidad, porque los proyectos se hacen por unidad, por lo que no hay problema en cambiar el diseño de la vivienda cada vez que la línea de producción termina una".

Como cuenta Kühlenthal, la automatización y robotización se utilizan ampliamente en todo el mundo, liderando Bélgica y Holanda, países en los que un porcentaje mayoritario de lo que se construye en hormigón "se hace en plantas similares a la de BauMax. Se construyen viviendas, edificios, hospitales, colegios, líneas de metro, etc. Es una tecnología flexible que se ajusta muy bien a los requerimientos del cliente, ingenieros y diseñadores, por lo que se puede combinar con faenas in situ o 100% prefabricadas".

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"Hay que considerar que esta es la primera planta con este nivel de automatización y tecnología en Latinoamérica", dice Pablo Kühlenthal.

PASO A PASO

El proceso de prefabricado de hormigón con sistema robotizado –ese es su nombre– es rápido; cerca de 30 minutos por estación de trabajo y un total de 8 estaciones. Por cada una de ellas va avanzando una mesa metálica sobre la cual se va completando y montando cada parte de, por ejemplo, un muro, hasta finalmente entregar el producto acabado. Primero el robot dibuja, mapea sobre la cama metálica los elementos del muro: dónde irán todos los insertos, la parte eléctrica, los moldajes, conectores, izajes, anclajes, según los planos que han sido previamente diseñados con BIM en el computador. Luego en las estaciones subsiguientes se insertan estos elementos, el enfierrado, la parte eléctrica, ductos. Todo eso pasa por una etapa de control de calidad para luego verter el hormigón sobre esta mesa, en los lugares precisos que se requiere, dejando los espacios vacíos donde irán, por ejemplo, puertas y ventanas. Los muros se emparejan, se afinan las terminaciones, para pasar a la última etapa que es una cámara de curado que asegura un buen secado del material, quedando listos los muros, suelos u otros elementos de la vivienda para su transporte y montaje. ¿La ventaja? Varias. "Se trabaja con una precisión milimétrica y de antemano ya sabes que van a calzar todas la puertas, ventanas, todo", cuenta Alejandro Meza, que nos explica todo el proceso paso a paso. "Puede producir una casa en un día y montarla en 3. En el sistema tradicional fácilmente, dependiendo de la complejidad de la casa, te demorarás 3 semanas o un mes. Se ahorra el proceso previo, la construcción gruesa, las variables que no controlas con el método tradicional". Dicen en BauMax que mejora la calidad de una vivienda, que es una tecnología amigable con el medioambiente y que reduce los costos, aunque no precisan cifras.

MEDIANO Y ALTO METRAJE

Como cuenta Kühlenthal, pensando en que la construcción en Chile se hacía básicamente de la misma manera desde hace 100 años, decidieron implementar este sistema. "Cuando nos dimos cuenta de que esto no existía en Latinoamérica, decidimos traerlo".

Enfocados en esta primera etapa en constructoras e inmobiliarias para masificar el sistema, Baumax se concentra en casas entre los 55 y 270 m², iniciando pronto proyectos en Santiago. "También estamos desarrollando algunas de mayor envergadura –entre 500 y 1.000 m²– y proyectos de otra índole como edificios de hasta 5 pisos, colegios, edificios institucionales. La fábrica ya se prepara para comenzar a imprimir las primeras viviendas durante el próximo mes, para proyectos en Piedra Roja y Chicureo".