Christina Biermann llegó aquí hace más de seis años junto con sus amigos mientras cursaban sus estudios, y una vez disuelta la cofradía se quedó sola. Pasó el tiempo y hoy sigue aquí viviendo junto a su novio, en este espacio ubicado en el pequeño pueblo de Sarrebruck, que colinda con Francia, a orillas del río Sarre de Alemania.

El departamento es de 1903 y la historia que recorre sus paredes le da un encanto que fue el que siempre reconoció Christina. "Amo mi lugar y nos sentimos muy cómodos aquí", cuenta quien hoy trabaja como gerente de marketing en la compañía de servicios The IT, donde es la responsable de los eventos y exposiciones y, además, junto con su mejor amigo creó una pequeña agencia para eventos especiales como comidas y matrimonios.

Detrás de cada detalle hay un esfuerzo y trabajo por parte de ambos para darle calidez y humanidad a este lugar que disfrutan recibiendo a los más queridos. "Lo más importante para mí es crear lugares cómodos donde puedes pasar tiempo con amigos. Siempre vienen a visitarnos, y cocinamos y comemos juntos", dice Christina.

Lo que aquí se respira es la convicción de que el entorno que habitamos todos los días condiciona la calidad de vida que tenemos; por lo mismo, buscar incansablemente soluciones que den el equilibrio entre lo funcional y lo estético se vuelve relevante y tan necesario para poder reposar el ser. @tinchenwaldkindlissi

[gallery ids="50531,50532,50526,50528,50529,50530,50527" link="file"]

Ideas que inspiran. Un departamento con encanto, lleno de detalles personales, pero concebido para compartir.

[gallery link="file" ids="50535,50533,50538,50541,50536,50537,50540,50534,50539"]