El espíritu navideño ya se apodera de nuestras vidas en la forma más catastrófica posible: la compra a última hora de regalos.

Y aunque sabemos que en teoría, el verdadero espíritu de la Navidad no está necesariamente en los bienes materiales, lo cierto es que hacer un buen regalo siempre ayuda mucho. Y que mejor época del año, cuando estamos dispuestos a gastar en cosas que generalmente no haríamos, que aprovechar la ocasión para entrar de lleno al maravilloso mundo de los juegos de mesa.

Los juegos de mesa son regalos ideales porque son bienes que lucen bien, quedan en el tiempo y además, pueden abrirse y jugarse de manera inmediata si es que alguien ya se conoce las reglas. Y por supuesto, son regalos con elástico, del tipo que beneficia tanto a ti como a quien le llega. ¿Cuáles son los juegos que no fallan?

Aventureros al Tren: Nueva York (2 a 4 jugadores)

Esta nueva versión de Ticket to Ride es ideal para iniciarse en el juego o para los fanáticos del título que quieran partidas más cortas y veloces. Las mecánicas son las mismas de siempre: juntar cartas para conectar rutas dentro de la ciudad y así generar más puntos.

La diferencia es que en Nueva York no usamos trenes sino que taxis y el mapa es mucho más estrecho, lo que se nota sobre todo jugando con cuatro personas. El juego no dura más de 20 minutos y por lo mismo, podrás jugarlo una y otra vez. Un gran juego para iniciarse en el vicio.

Azul (2 a 4 jugadores)

Es el juego de mesa más popular del último año y con razón. No solo luce increíblemente bien en la mesa, con unas piezas que asemejan los azulejos de Portugal, sino que además es extremadamente sencillo de jugar.
En Azul recogeremos fichas de una serie de fábricas, las que tendremos que acomodar en nuestros proyectos. Cada fila puede ser llenada solo con un color por turno, y solo al completar lo requerido, la pieza pasará a nuestro proyecto final. Un juego muy calmado pero que a nivel competitivo puede volverse bastante agresivo. Un clásico que nunca morirá.

The Mind (2 a 4 jugadores)

Si lo tuyo no es lo competitivo, sino que quieres un juego fácil para poder jugar con tu familia o amigos, The Mind es tu opción. En The Mind, cada jugador tendrá una mano de cartas con números de 1 al 104, los que tendrán que jugar en orden ascendente. ¿Suena fácil? Bueno, la dificultad está en que todo tipo de comunicación, más allá de las miradas, está prohibido. Ni palabras, ni gestos ni ruidos. Nada.
En el primer nivel cada jugador tendrá una carta en la mano, en el segundo dos y así hasta llegar al nivel 12 en el caso de 2 jugadores o nivel 8 en el caso de jugar con 4. Eso significa jugar 32 cartas en orden comunicándose solo con el poder de la mente. Uno de esos juegos que una vez que lo pruebas no lo podrá dejar.

Keyforge (2 jugadores)

Si estás buscando un regalo único e irrepetible, no busques más allá que Keyforge, el nuevo juego de cartas de Richard Garfield, el creador de Magic. Keyforge es un juego de cartas tradicional de 2 jugadores, que tiene la gracia de que cada mazo está generado por un algoritmo que impide que dos sean iguales en todo el mundo.
Acá no hay sobres, ni expansiones ni grandes sesiones de estudio. Simplemente necesitas comprar un mazo y con eso ya estás listo para disfrutar. Keyforge llega dentro de estas semanas en español y puede encontrarse con un kit de inicio que viene con todos los contadores necesarios para jugar, además de cuatro mazos -dos iniciales y dos totalmente aleatorios- para poder unirse a la nueva moda del mundo de los juegos de cartas.

Reef (2 a 4 jugadores)

Aunque sus piezas parecen sacadas de un set de Fisher Price, no hay que dejarse engañar por la apariencia de Reef, otro juego abstracto en el que tendremos que armar unos bellos arrecifes de coral para acumular puntos. El sistema de juego es muy sencillo: en tu turno tomas una carta o juegas una carta. Las cartas tienen dos partes: una de ellas indica los corales que ganarás y luego, las formaciones por las cuales harás puntos.

El problema es que las piezas que ganas nunca tienen que ver con los puntajes de abajo, por lo que tendrás que planear con tiempo cada turno hacia adelante. Es un juego bastante matemático y un poco menos intuitivo que Azul, pero si has jugado títulos del autor como Century: Ruta de las Especies (otro recomendado) entonces juégalo sin dramas.

Musa (4 a 8 jugadores)

Si conoces Dixit y te gustan los juegos grupales, entonces Musa es la evolución de ese concepto. En Musa, dos equipos compiten para adivinar una carta entre seis ilustraciones diferentes, todas muy voladas y abstractas. El problema es que, a diferencia de Dixit, donde los jugadores tienen total libertad para describir su carta, acá el equipo contrario es el que le entrega a la Musa del turno, una carta y un tipo de pista que debe usar.
Las pistas posibles van desde números, colores, objetos del hogar, prendas de ropa, hasta gestos, rostros, canciones y más. Luego, esa carta se pone junto a otras seis y el equipo tiene que decidir cuál es la requerida. Un juego muy entretenido, ideal para fiestas y sobre todo para incentivar la imaginación.

Flamme Rouge (2 a 4 jugadores)

Quién diría que uno de los mejores juegos de carreras en el mundo de los tableros no es sobre autos sino que acerca de las clásicas carreras de bicicleta. Ambientado en el clásico Tour de Francia, Flamme Rouge es un juego cuyo objetivo es simple: que uno de tus dos ciclistas sea el primero en llegar a la meta.
Flamme Rouge se juega con cartas de movimiento, mientras más alto sea el número, más te mueves, pero el sistema incorpora mecánicas que simulan el cansancio de los ciclistas: si eres lider de un pack, vas a ganar cartas de resistencia que harán que vayas más lento en los momentos clave, y al revés, los que van más atrás pueden beneficiarse de la aerodinámica y acercarse a los que van más adelante. Un gran juego.

Osopark (2 a 4 jugadores)

Construir el mejor zoológico de osos es el tema de Osopark, un juego en donde sacaremos a relucir nuestras mejores técnicas del Tetris para intentar rellenar una tablero con una serie de fichas de formas muy extrañas.
El juego es muy sencillo: se coloca una ficha y cada ícono que tape esa ficha nos dice de qué otras fichas podemos robar. Estas tienen puntajes decrecientes, así que mientras más rápido las obtengas, más puntos podrás tener. Se juega hasta que uno de los jugadores haya completado totalmente su parque y ahí el que logró poner las losetas con más puntajes es el ganador.

When I Dream (4 a 10 jugadores)

Si de juegos sociales se trata, ninguno es tan entretenido y además visualmente atractivo como When I Dream, el que a pesar de su nombre, está en español. En When I Dream, un jugador toma el rol de un soñador, quien debe cubrirse los ojos con un antifaz(incluídas en el juego) e intentar adivinar palabras basadas en las pistas que sus compañeros le irán dando.
El problema está en que no todos querrán que el soñador adivine. En cada ronda se repartirán roles que harán que cada jugador gane puntos de manera distinta: las hadas ganan con cada acierto, los hombres del saco por cada fallo ganan un punto y los hombres de arena, que ganan con el empate. Todo esto en silencio y sin que el soñador sepa si ha acertado o no. Un juego para todas las edades.

Viticulture: Edición Esencial (1 a 6 jugadores)

Si ya quieres dar un paso algo más avanzado en el mundo de los juegos de mesa, y quieres regalar un juego además muy bonito, no puedes equivocarte al elegir Viticulture, un juego de colocación de trabajadores en donde viviremos el maravilloso mundo del vino: tendremos que plantar nuestras uvas, cosecharlas, convertirlas en vino, añejarlas y luego cumplir órdenes para llevarnos puntos.
El juego trae un sistema muy interesante de estaciones, con ciertas acciones disponibles solo en invierno y otras solo en verano, por lo que saber usar los recursos es clave para poder hacer que es lo que realmente quieres, sin tener que quedarte sin trabajadores para hacerlo. Viene además con un módulo para jugar en solitario, con un mazo de cartas que toma las acciones de un rival imaginario.