El estadounidense nacionalizado peruano Mark Vito, marido de Keiko Fujimori, calificó hoy de "linchamiento público y exprés" la audiencia donde a su mujer le impusieron 36 meses de prisión preventiva por un presunto lavado de dinero en campaña para las elecciones presidenciales de 2011.
A la salida de la Sala Penal Nacional y tras despedirse de Keiko Fujimori con un prolongado abrazo, Mark Vito aseguró entre sollozos que su dolor y las lágrimas de sus dos hijas menores "serán la gasolina para seguir adelante y resistir".
"Este golpe nos fortalece. No va a hacer crecer como pareja y como familia. Keiko, te amo. Resiste, amor. Pronto vas a estar en nuestros brazos, en los brazos de tu familia", dijo Vito a periodistas.
El esposo de Fujimori aseguró que, con esta resolución, el juez Richard Concepción Carhuancho, del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, adelantó su opinión sobre los otros diez imputados para los que el fiscal José Domingo Pérez también ha solicitado 36 meses de prisión preventiva.
"Ha adelantado el fallo de una manera exagerada, sin ni siquiera terminar el proceso. Me imagino que es por la preocupación y desesperación por las recusaciones en su contra por la falta de imparcialidad", apuntó Vito.
La resolución fue emitida por Concepción Carhuancho cuando todavía está pendiente resolver por una sala superior una recusación presentada por los abogados de los imputados, al considerar que no es imparcial al haber copiado los argumentos del fiscal para detener hace tres semanas de manera preliminar a Keiko Fujimori y otros investigados.
Por su parte, Pier Figari, cercano asesor de Keiko Fujimori, para quien el fiscal también pide 36 meses de prisión preventiva, manifestó estar "muy apenado" por la decisión del juez.
"El fallo de Carhuancho demuestra que la justicia en Perú está todavía débil. Prácticamente ya es un fallo contra los demás. Ya es una cuestión de días para los demás", comentó Figari.
"Es un abuso de la Justicia. Han visto cómo se ha armado el fallo para pintarnos como una cúpula criminal", agregó.
El juez consideró que existen graves sospechas de que una organización criminal liderada por Keiko Fujimori se enquistó en el partido Fuerza Popular, que ella preside, para captar dinero ilícito y así llegar al poder, desde donde retribuirían con actos de corrupción a los benefactores que les financiaron de manera irregular.
Fuerza Popular lavó supuestamente ese dinero con una contabilidad ficticia en la que simularon múltiples donaciones de personas particulares a las que les pidieron prestar su nombre.
Entre el dinero lavado puede estar el millón de dólares que la constructora brasileña Odebrecht afirmó haber entregado a la campaña de Fujimori, y que aparentemente salió de la cuenta que utilizaron para pagar sobornos en una docena de países de Latinoamérica a cambio de que le adjudicaran millonarios contratos en obra pública.