El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo el lunes que dio positivo a Covid-19, pero que se “siente bien” y seguirá trabajando de forma remota desde casa.
Trudeau señaló que dos de sus hijos tienen coronavirus y que él dio positivo el lunes.
El primer ministro, quien ha recibido dos dosis de la vacuna contra el Covid-19 y la inyección de refuerzo, aprovechó una conferencia de prensa virtual que fue televisada para arremeter contra manifestantes antivacunas que se reunieron en la capital del país para protestar contra las restricciones relacionadas con la pandemia.
“Los canadienses quedamos sorprendidos y francamente bastante indignados con el comportamiento que mostraron algunas personas en la capital de nuestra nación”, dijo Trudeau. “Quiero ser claro. No nos intimidan aquellos que insultan y se aprovechan de los pequeños negocios y les roban a los indigentes. No cederemos ante aquellos que ondean banderas racistas. No cederemos ante aquellos que incurren en actos vandálicos o deshonran la memoria de nuestros veteranos”.
Algunos manifestantes viajaron en caravanas de camiones y se estacionaron en las calles aledañas al Parlamento bloqueando el tráfico. Una menor, pero significativa, cantidad de ellos continuaba en Ottawa el lunes.
Muchos canadienses quedaron indignados por las imágenes del fin de semana de algunos manifestantes que orinaban en el Monumento Nacional de Guerra o bailaban sobre la Tumba del Soldado Desconocido, mientras que otros portaban pancartas o banderas con esvásticas.
Muchos se rehusaron a portar mascarillas dentro de hoteles, centros comerciales y tiendas de alimentos, y un albergue de indigentes reportó que algunos manifestantes llegaron a exigir que se les diera comida.
Canadá tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo. Las inyecciones por lo general evitan que aquellas personas infectadas desarrollen síntomas graves de la enfermedad.
Los organizadores de la manifestación han exigido que se eliminen todas las restricciones relacionadas con el Covid-19 y los requerimientos de vacunación, así como la renuncia de Trudeau, aunque el primer ministro es responsable de muy pocas de las medidas, la mayoría de las cuales fueron implementadas por los gobiernos de las provincias.
El Departamento de Policía de Ottawa señaló que investiga la posibilidad de presentar cargos penales por algunas de las acciones registradas durante las protestas.
“A los responsables de este tipo de comportamientos, esto debe llegar a su fin. A todo aquel que se integró a la caravana y que, con todo derecho, está incómodo con el despliegue de símbolos de odio y división, únase a sus compatriotas canadienses, sea valiente y levante la voz. No defienda la intolerancia ni el odio”, declaró Trudeau.
Algunos se manifestaban en contra de una medida que entró el vigor el 15 de enero que requiere que todos los camioneros que ingresen al país cuenten con esquema completo de vacunación. Estados Unidos tiene una medida similar en vigor, por lo que no habría mucha diferencia si Canadá revierte su mandato.
Algunos legisladores conservadores de la oposición les sirvieron café a los manifestantes, mientras que la lideresa del Partido Conservador, Erin O’Toole, se reunió con algunos de los camioneros de la protesta, la cual también atrajo el apoyo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump.