Concha Buika (37) es una una descreída. "Nada de lo que hayas escuchado sobre mí es cierto, tío, todo es una confabulación, una gran mentira", ríe al teléfono desde México la útima voz del nuevo flamenco español y que debuta el lunes en Santiago (Teatro Oriente a las 21 horas) con un tercer disco, El último trago (2009).
Ultima musa almodovariana -el director firma una apabullante loa en su último disco- y criada con elepés de rancheras, boleros y cantantes como Chavela Vargas, Concha Buika dice que de Chile no sabe nada aparte de Pablo Neruda. "¿Es un buen comienzo dices? Venga, que lo más me llama la curiosidad es reunirse con mi gente, con los que quieren escucharme, que deben estar locos como yo". Dice que partió cantando rock y blues en bares, que de música no sabe nada ("los que de verdad saben son los que pagan una entrada o compran un disco") y que citará a Lucho Gatica en su recital.
Buika nunca se quedó. Siempre se marchó lejos. Como cuando seducida por unos músicos armó maletas y se embarcó con rumbo a Las Vegas para trabajar en casinos imitando a Tina Turner. "Es cierto tío, que he hecho de todo y creo que todo me ha servido. Esta es la música que siempre he buscado, la que crece como una nota", dice, "y con esta música me transformo en lo haga falta para seguir cantándola". Entradas por Ticketmaster entre $ 12.000 a $ 32.000 pesos más cargos por servicio.