El primer ministro británico, David Cameron, se reúne hoy con el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro centrado en el conflicto armado en Siria, previo a la cumbre del G8 en Irlanda del Norte, que comienza el lunes.
Las diferencias entre Londres y Moscú por la situación en Siria empeoraron las delicadas relaciones diplomáticas entre ambos países.
Rusia apoya al régimen de Bashar al Assad, en tanto que el Reino Unido condenó en repetidas oportunidades los abusos y violencia por parte de la actual administración siria.
Previo a la cumbre del G8 en Irlanda del Norte, Cameron tiene previsto reunirse este domingo en Londres con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Rusia expresó escepticismo por la posición de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia acerca de que las fuerzas militares sirias utilizaron armas químicas contra los rebeldes.
Washington indicó la semana pasada que el régimen de Al Assad cruzó la "línea roja" y agregó ahora que el gobierno estadounidense proveerá armas a los rebeldes.
Por su parte, Cameron se muestra a favor de ayudas a las fuerzas rebeldes sirias, aunque por ahora confirmó no haber tomado una decisión sobre el envío de armamentos.
Moscú podría avanzar con sus planes para proveer de nuevos y sofisticados sistemas de defensa aéreos al régimen sirio.
El ex embajador británico en Rusia Andrew Wood declaró a la radio 5 de la BBC que es improbable que Cameron logre algún avance en la reunión con Putin, "aunque es importante que el presidente ruso escuche cosas que no quiere escuchar".
"Creo que lo que puede pasar es que el presidente ruso al menos entienda por qué los británicos y muchos otros aliados occidentales piensan de esta forma", agregó.
Este jueves, la ONU confirmó que dos años de conflicto armado provocaron la muerte de al menos 93.000 personas.