Joël Dicker tenía 25 años y sospechaba que dedicarse a a la literatura era un error. Su primera novela había sido ignorada por lectores y críticos, tenía otras tres o cuatro que no le interesaban a ningún editor. Entonces, decidió escribir uno más. El último: "¿Quién va a leer esto tan largo?", pensó cuando lo terminó. A un año de la publicación de La verdad sobre el caso Harry Quebert, la pregunta tiene una respuesta contundente: finalista del premio Goncourt, el más importante de Francia, terminó vendiendo más de 750 mil copias.
Ultima sensación de la literatura gala, Dicker, un suizo criado en Francia con look de modelo, es uno de los aspirantes a ocupar el lugar que dejó el sueco Stieg Larsson: al igual que la exitosa saga Millennium, la novela La verdad sobre el caso Harry Quebert también es un thriller que amplía las fronteras del policial y seduce a las masas. Es una historia de escritores: un joven y exitoso novelista intenta liberar a su maestro, un respetado autor acusado de asesinar a una joven de 15 años.
A pocos días de que llegue a librerías chilenas la novela de Dicker, ya tiene competencia: Perdida, de Gillian Flynn, está instalada entre los libros más vendidos. Publicada el año pasado en EE.UU., peleó codo a codo en el ránking con la trilogía erótica Cincuenta sombras de Grey y vendió alrededor de 2 millones de copias. La 20th Century Fox ya compró los derechos apara adaptarla al cine.
Desaparecidas
Inquietante relato de amor, Perdida sigue la desaparición de Amy en el día de su aniversario de bodas. Su esposo, Nick, se convierte rápidamente en el sospechoso.
Flynn da giro sobre giro a la trama, hasta revelar el lado oscuro y violento de la pareja. Acá no hay detectives, los asesinos se salen con la suya y durante todo el libro sobrevuela un humor negrísimo. Como La verdad sobre el caso Harry Quebert, Perdida se mueve en los bordes de la novela negra.
Ambientada en un pueblito de Nueva Inglaterra, EE.UU., la novela de Dicker es la historia de un escritor que encuentra la inspiración perdida en la tragedia policial de un amigo. Autor de moda de Nueva York y promesa de las literatura norteamericana, Marcus Goldman intenta sin éxito escribir una segunda novela. Cuando encuentran los restos de una joven desaparecida hace 35 años enterrados en el patio de su mentor, el famoso escritor Harry Quebert, Goldman no sólo se arremanga las manos para investigar el caso, también escribe un segundo libro.
Comparado con generosidad con autores como Philip Roth o Nabokov, Dicker organiza en torno a la desaparición de una quinceañera, una historia de amor imposible, una relación literaria de maestro y discípulo e incluso un retrato de las antojadizas leyes del mercado editorial americano. Además, se las arregla para sorprender.
Menos ansiosa de masividad y decididamente policial, también acaba de llegar Cuando pase tu ira, de Assa Larsson, una de las últimas revelaciones suecas de la novela negra. Acá, la abogada Rebecka Martinsson deberá investigar un asesinato en un frío lago sueco, que conduce a un misterio anclado en la II Guerra Mundial.