Casi un metro de distancia separaba a Natalia Compagnon y Mauricio Valero, ambos propietarios de la empresa Caval. Los hasta hace tres años amigos y socios, ayer ni siquiera se miraron, en una jornada que los volvía a reunir frente a un estrado. La Fiscalía Regional de O'Higgins los formalizó por su presunta responsabilidad en el delito de estafa en los negocios sostenidos con el empresario rancagüino Gonzalo Vial Concha.

De acuerdo a los cargos que les imputó la fiscalía, Compagnon y Valero habrían vendido informes sobre estudios de impacto minero a Vial Concha, por un total de $ 1.162 millones, en 2012. Estos, sin embargo, no los habría elaborado Caval, sino que habrían sido copiados desde internet a la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Además, según explicó en audiencia el fiscal del caso, Emiliano Arias, para arraigar el vínculo con la víctima, Caval le habría entregado servicios de seguridad informática, proporcionándole correos adulterados que hablaban de un aparente complot en contra de Vial de parte de funcionarios de su empresa.

"A la víctima se le decía que tales antecedentes se obtenían mediante barridos o recopilación de información que eran elaborados por un experto ajeno a la empresa. Así, entonces, como parte de este engaño, los imputados entregaron a la víctima documentación confeccionada por ellos que aparentaba ser impresiones de captura de pantalla, mails y chats de trabajadores de las empresas de Gonzalo Vial que estarían cometiendo un fraude y estarían concertados para sacar fondos de tales empresas", expuso el fiscal Emiliano Arias ante el Juzgado de Garantía de Rancagua.

Sobre la base de estos antecedentes, la fiscalía consideró que se trataba de una conducta constitutiva del delito de estafa, por lo que solicitó para Compagnon y Valero las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional, igual situación precautoria por la cual están imputados en la arista original del caso sobre las supuestas irregularidades en la compra y venta de terrenos en Machalí.

Finalizada la audiencia, el fiscal Arias señaló que "este negocio jamás se pensó en cumplir, en consecuencia, desde el inicio esto fue una estafa". El persecutor agregó que los servicios que dijo prestar Caval para Vial Concha no pudieron haberse hecho sólo con la autoría de dos personas, en este caso Valero y Compagnon. "Es imposible que ellos lo hagan, porque no contaban con profesionales del nivel de experiencia que requería la elaboración de los informes (...). Los actores reales de los proyectos hablan de que se necesitan equipos mínimos de 14 personas, que son los equipos que trabajaron para Cochilco en esos informes", dijo.

Sin embargo, el abogado de Compagnon, Antonio Garafulic, descartó cualquier tipo de copia y venta de los informes de Cochilco. "Somos absolutamente inocentes de los cargos que se nos imputan. Hay un plazo judicial para hacer un sinnúmero de diligencia y creemos que esta causa no tiene sustento jurídico alguno", señaló.

Por su parte, el propio Mauricio Valero manifestó que Vial "habla de unos informes, pero no aparece una serie de asesorías profesionales donde se contrataron especialistas".

Penas efectivas

Otro de los aspectos que destacó el fiscal Arias fue el rango de pena que arriesgan Valero y Compagnon. "Técnicamente es probable una pena de 5 años y un día, y una pena así se cumple en la cárcel", explicó el persecutor. Además, sumada a este rango de pena, a Compagnon la fiscalía también le imputa un delito tributario, el cual se sanciona desde 541 días a 5 años de presidio, aumentando el período de cumplimiento de sanción.