La infanta Cristina está ya en España para preparar su defensa tras ser imputada el martes por presuntos delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal, en el marco de una supuesta trama de corrupción que salpica a su esposo, informó hoy la edición digital del diario El País.
La hija menor del rey Juan Carlos se desplazó desde Ginebra (Suiza), donde vive desde hace medio año junto a sus cuatro hijos, hasta Barcelona, su residencia habitual hasta que explotó el llamado "caso Nóos", en el que está imputado su marido, Iñaki Urdangarin.
El abogado de la infanta, Miquel Roca, adelantó que recurrirá ante la Audiencia Provincial de Palma el auto de imputación del juez José Castro, que se hizo público el martes causando gran revuelo social y mediático en el país.
Los medios españoles difundieron hoy la tesis que la defensa esbozó en su escrito de oposición a dicha imputación y que fue remitido en diciembre al magistrado. En él sostiene que la infanta se mantuvo al margen de la gestión de Aizoon, la sociedad que compartía con Urdangarin y que habría sido utilizada por éste para desviar parte del dinero público del que presuntamente se apropió.
"La mera circunstancia de ser socio de una compañía supuestamente utilizada por otro para una posible defraudación fiscal de ninguna manera puede ser considerada indicio bastante para sostener una posible participación activa penalmente relevante", indicaban en el escrito los abogados Miquel Roca y Jesús María Silva.
Los abogados de Cristina rechazan también que haya indicios de que ésta gastara fondos procedentes de actividades irregulares, como dice el juez. Consideran que para ello habría sido necesario conocer su origen delictivo o cometer una imprudencia al ignorarlo.
"No existe ningún indicio para pensar que (la infanta) tuviera motivo alguno para creer que su marido (...) pudiera estar incurriendo en ningún tipo de irregularidad de carácter fiscal que le invitara a pensar que los fondos de la compañía de los que ocasionalmente dispuso tenían su origen en un hecho delictivo", sostienen los letrados.
Es la segunda vez que la infanta Cristina es imputada en este caso. En la primera ocasión, en abril de 2013, no llegó a declarar ante el juez ya que la fiscalía anticorrupción lo impidió.
Urdangarin está imputado en la causa junto a su ex socio Diego Torres y la mujer de éste. Ambos gestionaban el instituto Nóos, una entidad pública ligada al deporte de la que presuntamente se sirvieron para desviar fondos públicos.
El caso ha hundido a la monarquía española en la peor crisis de imagen del reinado de Juan Carlos, de 76 años. Hace unos días, la casa del rey admitió que los tres años que dura la instrucción están siendo "un martirio".