El índice de precios al consumo (IPC) en Estados Unidos subió un 0,6% en agosto y marcó una inflación del 1,7 % en un año, según informó hoy el Departamento de Trabajo.
El mes pasado los precios de la gasolina subieron un 9%, que es el mayor incremento mensual en más de tres años. Los precios de los alimentos subieron el mes pasado un 0,2%, según el informe del gobierno.
Si se excluyen los precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0,1 %, y ha sido del 1,9 % en los últimos doce meses.
Ayer el gobierno informó de que el índice de precios a la producción (IPP) subió un 1,7 % en agosto -el mayor incremento mensual en más de tres años- y ha aumentado un 2 % en un año.
Los datos salieron a la luz en una semana en la cual la Reserva Federal, tras una reunión de dos días, amplió su estímulo monetario a una economía que sigue creciendo lentamente a más de tres años de terminada la peor recesión en casi ocho décadas.
Mientras que el IPC se mantiene dentro de los márgenes que la Reserva considera razonables, los precios a la producción han subido un poco más allá de esos parámetros.