La empresa de productos y servicios relacionados con la fotografía, Eastman Kodak, redujo en 2010 a un tercio las pérdidas acumuladas un año antes, pero en el cuarto trimestre su beneficio se redujo un 95% respecto al mismo período de 2009.
La compañía estadounidense con sede en Rochester (Nueva York) difundió sus resultados empresariales de 2010, que desvelan una pérdida neta de US$70 millones (26 centavos por acción), lo que supone un descenso del 66% sobre los 210 millones (78 centavos) perdidos el año anterior.
Este empeoramiento de las cuentas se produjo después de que la facturación anual cayera un 5,5%, hasta US$7.187 millones, y pese a que la empresa tuvo un cuarto trimestre rentable, con una ganancia de US$22 millones (8 centavos por acción).
Ese beneficio, sin embargo, es un 95% inferior a los US$443 millones (US$1,4 por acción) que ganó en el cuarto trimestre de 2009 y se debe en gran parte, según explicó la empresa, a una caída de la facturación del 25%, para quedar en US$1.927 millones.
Los resultados de esta compañía se vieron especialmente afectados, una vez más, por la caída de las ventas de fotografía tradicional, un ámbito del que desde hace años lucha por dejar atrás, para convertirse en una empresa especializada en el ámbito fotográfico digital.
Su actividad de fotografía tradicional vio caer sus ingresos un 22% en 2010 (hasta US$1.767 millones) y un 25% en el cuarto trimestre (hasta 439 millones), mientras que los de productos digitales aumentaron un 1% en todo el año, aunque en el cuarto trimestre cayeron también un 25%.
"En un año con importantes contratiempos externos que afectan a múltiples sectores en los que participamos, me siento muy alentado por el desempeño de nuestros negocios clave de desarrollo digital, que será la base del futuro digital de Kodak", dijo su presidente y consejero delegado, Antonio Pérez, al presentar las cuentas.
Al respecto explicó que en 2010 estos negocios clave facturaron un 18% más: "Han sido nuestras mayores ganancias digitales jamás logradas".
En cualquier caso, reconoció que "hay problemas específicos de negocio" a los que están "haciendo frente de una forma agresiva".
"Entramos en el nuevo año con una cartera digital altamente competitiva, una fuerte presencia en mercados clave, un continuado compromiso con la gestión eficaz del efectivo y un gran impulso en nuestras iniciativas de crecimiento. Todo esto nos posiciona bien para continuar en nuestro progreso hacia una empresa digital rentable", añadió Pérez.
Sin embargo, las cuentas no convencieron en absoluto a los inversores, que hacía la media sesión penalizaban a la compañía con una caída del 17% en el precio de las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, donde esta empresa se ha depreciado un 30% en el último año.