Eran sus primeras "elecciones" legislativas desde que ascendió al poder tras la muerte de su progenitor, el dictador Kim Jong Il, en 2011. Emulando los resultados de su padre, la votación obtenida por el actual líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, no fue una sorpresa para nadie. El líder comunista fue elegido por unanimidad como diputado en la Asamblea Popular Suprema (Parlamento) en los comicios celebrados el domingo, informó ayer la prensa estatal. Aunque, en realidad, se trataba del único candidato.
"Todos los electores de la circunscripción participaron en la votación y el 100% votó a favor de Kim Jong Un", indicó la agencia estatal KCNA, en alusión a los resultados de las elecciones legislativas que acontecen cada cinco años. Kim se presentaba como candidato del 111º distrito electoral del monte Paektu, situado al norte del país junto a la frontera con China, un "lugar sagrado" donde la propaganda norcoreana sitúa el nacimiento de su padre. La elección del líder norcoreano fue "una expresión del apoyo absoluto del personal de servicio y el pueblo" a Kim Jong Un, afirmó KCNA, que insistió en la idea de "unidad monolítica" en torno al líder promulgada por el régimen en las últimas semanas. "Me siento muy agradecido por su muestra de gran confianza", había asegurado el "Comandante Brillante" al anunciar su candidatura.
La agencia surcoreana Yonhap comentó la abrumadora votación supuestamente obtenida por Kim Jong Un, al destacar que KCNA no hizo pública la lista de los otros seleccionados.
La revista británica The Economist recordó que, en realidad, los comicios norcoreanos no son elecciones, ya que los votantes de cada distrito sólo pueden votar por el candidato que ha sido designado por el Frente Democrático para la Reunificación de la Patria, la coalición gubernamental comunista. A cada votante se le entrega una papeleta en la que hay sólo una columna en la que tiene que anotar su preferencia. Además, no existe posibilidad alguna de negarse a votar o a votar en blanco, ya que las papeletas con los votos no favorables al oficialismo se tienen que depositar en una caja separada, con lo cual nadie se atreve a depositar su voto allí. "Si no íbamos a las votaciones, se nos consideraba fuerzas reaccionarias y éramos enviados a campos de concentración", dijo a AP Seo Jae Pyoung, un desertor que "votó" en tres ocasiones antes de huir del país.
La supuesta votación "perfecta" de Kim recuerda la de otros cuestionados gobernantes. El fallecido dictador de Guinea Ahmed Sékou Touré reclamó el 100% de los votos en 1975 y 1982.
Lo mismo hicieron Félix Houphouët-Boigny en Costa de Marfil, en 1985, y Saddam Hussein en Irak, en 2002. Ambos lograron un 100% de la "votación".
En tanto, los sirios ratificaron en 2007 a Bashar Assad como Presidente para un segundo mandato, tras lograr el 97,62% de los votos en un referéndum.