"Estuvimos en guerra con Chile; si hubiéramos insistido, todavía hoy estaríamos peleando y llorando". Esto fue lo que indicó el ex dictador de Argentina Jorge Rafael Videla- quien falleció en la madrugada de hoy- respecto al conflicto por las tres islas del Canal de Beagle.

A continuación, los dos hechos que relacionaron a Videla íntimamente con Chile.

LA "GUERRA" CON CHILE

Las tres islas en el Canal de Beagle fueron el punto de inicio de un conflicto límitrofe entre Chile y Argentina en disputa por la soberanía, la que estaba pendiente y sometida al Laudo Arbitral de 1977 que ambas partes habían acordado obedecer.

De esta forma, en 1977 se dictó la sentencia que entregaba las tres islas a Chile, pero la junta en Argentina la declaró "insanablemente nula".

Así, Videla explicó muchas veces los detalles de la negociación con Augusto Pinochet y admitió que el plan del gobierno transandino "no era recuperar las tres islas por la fuerza" sino "llevar la guerra al territorio chileno: cruzar la cordillera de los Andes y dar la batalla decisiva en la llanura chilena".

El 22 de diciembre de 1978 Videla dio partida a la "Operación Soberanía", la que debía ocupar las islas militarmente. No obstante, solo la intervención papal en último minuto hizo desistir a la junta militar argentina de comenzar la guerra.

Videla en varias entrevistas, sostuvo que el jueves 21 de diciembre de 1978, cuando junto a tres comandantes recibieron el cablegrama con la oferta de Juan Pablo II de enviar "un emisario", Argentina ya estaba en guerra porque la flota de mar navegaba hacia el Pacífico, los aviones habían cambiado sus bases y patrullas del Ejército operaban en territorio chileno.

"La invasión sería el sábado 23 de diciembre. No queríamos que coincidiera con la Navidad", explicó. "Si hubiéramos insistido en esa guerra, todavía hoy estaríamos peleando y llorando. Y no fuimos a la guerra por la participación decisiva del delegado del Papa, el cardenal (Antonio) Samoré, y de la Iglesia", agregó Videla, quien sostuvo que su dictadura no se había animado a pedir la mediación de Juan Pablo II, que recién había asumido su pontificado.

De esta forma, el conflicto sólo se solucionó con el Tratado de Paz y Amistad de 1984, que resolvió la soberanía chilena sobre las islas.

OPERACION CONDOR

El 5 de marzo de este año, la Justicia argentina sentó en el banquillo a Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante 1976-1983 bajo el "Plan u Operación Cóndor" que implementaron las dictaduras sudamericanas para reprimir disidentes en los años 70 y 80.

Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas ante la justicia, ni fusiladas, de manera que no fuera evidente, que la sociedad no se diera cuenta ni esto pudiera provocar protestas dentro y fuera del país

El objetivo de esta operación era vigilar, detener, interrogar con tortura y trasladar, hacer desaparecer o matar a personas consideradas por dichos regímenes como subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico. El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las dictaduras.

Videla y Pinochet, figuraron como imputados en esta causa, junto al ex mandatario paraguayo Alfredo Stroessner y el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras.

En el libro Disposición Final, del periodista Cerafino Reato, Videla confesó por primera vez, el por qué de la política de desaparición forzada de personas. "Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas ante la justicia, ni fusiladas, de manera que no fuera evidente, que la sociedad no se diera cuenta ni esto pudiera provocar protestas dentro y fuera del país".