El jefe entre los jefes de la Cosa Nostra Salvatore "Totó" Riina fue "vendido" por Bernardo Provenzano, su sustituto al frente de la mafia siciliana, según el arrepentido Nino Giuffrè, que vivió codo con codo con el último "padrino" desde principios de 1993 a su captura en 2002.
Giuffré, que pasó a colaborar con la justicia tras abandonar la Cosa Nostra siciliana, hizo esta afirmación en un juicio que se celebra en Palermo sobre Provenzano, informó hoy la prensa italiana.
El arrepentido desveló que todos los miembros de la cúpula mafiosa estaban convencidos de que la detención de Riina, el 15 de enero de 1993 tras 23 años fugitivo de la justicia, fue pilotada por Provenzano.
"La captura de Riina formó parte de una estrategia que fue conducida para perseguir el interés de Cosa Nostra; el mismo Provenzano decía que Riina se había convertido en un sujeto incómodo y nosotros consideramos que su detención fue un 'sacrificio a las divinidades', fruto de un acuerdo entre Provenzano y otros", manifestó Giuffrè.
El "pentito" (arrepentido, como se conoce en Italia a los mafiosos colaboradores con la justicia) hizo estas declaraciones el miércoles, cuando participó como testigo en el juicio contra el ex general de los carabineros Mario Mori, que ejecutó la captura de Riina y ahora es acusado de complicidad con la mafia por un fallido arresto de Provenzano.
Al final, Provenzano fue detenido el 11 de abril de 2006, tras 43 años en paradero desconocido.
En opinión de los fiscales de Palermo, según las fuentes, el padrino Provenzano "vendió" a su jefe y amigo Riina porque quería saltar a la cúspide de la organización criminal y acabar con la estrategia de la campaña de atentados ordenada por éste en aquellos años (en Milán, Roma y Florencia, sobre todo), para que se pudieran reconducir los negocios con tranquilidad y sin más "guerras".
La fiscalía está también convencida de que existe una relación directa entre la acusación contra Mori, la detención de Riina, que no fuera registrada la casa de Palermo donde fue detenido y la supuesta negociación entre Cosa Nostra y el Estado en aquellos años (principios de la década de los 90).
Massimo Ciancimino, hijo del fallecido alcalde mafioso democristiano de Palermo Vito Ciancimino, aseguró recientemente que tiene los documentos que atestiguan que Riina pidió al Estado negociar para acabar con aquella cadena de atentados.