Floyd Mayweather: Campeón con penas y lujos

El boxeo es algo que Floyd Joy Sinclair, más conocido como Floyd Mayweather Jr., lleva en la sangre. Su padre fue un correcto pugilista, mientras que sus tíos son Jeff Mayweather y el popular Roger Black Mamba Mayweather, ambos campeones del mundo.

Con esos antecedentes familiares, Floyd Jr. no tardó en dedicarse a lo mismo, a pesar de que en un momento pensó en enfocarse en otra cosa.  "Cuando era niño, le dije a mi abuela: 'Creo que debería conseguir un trabajo". Ella dijo: 'No, sólo sigue el boxeo'", confesó.

Sus inicios no fueron para nada fáciles. Su entorno no era el mejor. Sus padres cayeron en adicciones, una tía murió de Sida por lo mismo, y fue su abuela la que asumió la autoridad sobre él, aunque Money señala que se tuvo que criar solo, mientras su progenitor purgaba una condena por tráfico de drogas.

Así, entendió que la única manera de salvarse era el boxeo. Su tío Roger comenzó a entrenarlo, y le enseñó diversas técnicas defensivas, que le valieron el apodo de Pretty Boy, por sus escasas cicatrices. Una vez fuera de la prisión, su padre se encargó de seguir perfeccionando ese estilo.

Como amateur, Money cosechó un récord de 84-6, y alcanzó las semifinales en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Sin embargo, su destino estaba en el profesionalismo, donde es campeón en cinco categorías y, hasta hoy, a sus 38 años, se mantiene invicto, con un registro de 47-0, con 26 peleas ganadas por nocáut.

Con tanto éxito, ganó millones, los que destinó a lujos, como su colección de autos, apuestas, bailarinas exóticas, joyas y excentricidades de todo tipo, como los diamantes en su protector. Eso sí, también contribuye con causas benéficas.

También se ha ganado enemigos, como su ex aliado, el rapero 50 Cent, quien aseguró que el púgil es analfabeto. Mayweather se defendió leyendo un comunicado.

Claro que en el ring no hay dudas, pues lee a la perfección los movimientos de sus rivales.


Manny Pacquiao: El boxeador del pueblo

Si no se hubiera dedicado al boxeo, Emmanuel Dapidran Pacquiao o, simplemente, Manny Pacquiao estaría muerto. Creció rodeado de miseria y en condiciones que le auguraban un camino casi seguro a la perdición. No obstante, quiso romper este destino y cambiar su vida.

Un insólito hecho lo obligó a huir de su hogar, cuando apenas contaba con 12 años.

"Manny se escapó de su casa luego de que su padre se comiera a su perro", contó recientemente Freddie Roach, entrenador del púgil filipino.

"Vivía en la calle, donde compraba donas y las vendía cinco centavos más caras, para poder sobrevivir. Dormía en una caja de cartón. Se abrió paso a través de todo esto, y se convirtió en profesional a los 14 años", agrega.

También tenía que dormir en los gimnasios donde entrenaba. En Manila, destacó rápidamente. Luego, partió a Estados Unidos, en 2001. A 10 días de haber llegado, ganó su primer combate y conoció a Roach, con quien forjaría una de las mejores duplas del boxeo.

Las ganas por superarse lo llevaron a ser el único pugilista en ser campeón en ocho categorías distintas, con una marca de 57 victorias (38 por nocáut), tres empates y dos derrotas, gracias a un estilo directo y agresivo en el ring.

Por supuesto que esta fama le acarreó millonarios ingresos. Sin embargo, Pac-Man no es muy amigo de las ostentaciones. Por el contrario, destinó su dinero a ayudar y a fallidos intentos por ser político (perdió dos elecciones en su país), un deseo que espera cumplir una vez que se retire del boxeo.

Incluso en la víspera del esperado combate con Floyd Mayweather, Pacquiao tuvo tiempo para abogar por el indulto para su compatriota Mary Jane Veloso, condenada a muerte en Indonesia por tráfico de drogas: "Señor Presidente, el 2 de mayo, voy a estar luchando en Las Vegas contra Floyd Mayweather. Es considerada la Pelea del Siglo. Será una gran inyección de moral si puedo salvar una vida. Peleo por mi país y por todo el pueblo de Asia", rogó.

Un campeón diferente.