Después de las consultas de la prensa en el viaje a bordo del avión que lo llevó de regreso a Roma, el Papa Francisco quiso contar que el momento de la visita a la cárcel de mujeres en Santiago fue el momento que más lo conmovió del viaje.

"Yo soy muy sensible a la cárcel y a los encarcelados, siempre me pregunto por qué ellos y no yo", comentó el Papa, quien no quiso perder la ocasión de expresar la importancia que tuvo para él ese encuentro.

El Pontífice destacó lo impresionado que quedó de las mujeres que pudo encontrar en ese lugar, de "la capacidad de querer cambiar vida, de reinsertarse en la sociedad con la fuerza del Evangelio´". "Uno de ustedes me dijo vi la alegría del evangelio", comentó, agregando que para él ese instante en San Joaquín "fue una de las cosas más bellas del viaje".

En el caso de Perú, aseguró que lo que más lo emocionó fue el hogar Principito en Puerto Maldonado. "Ver estos niños, la mayoría abandonados, estos niños que lograron salir adelante con la educación, ser profesionales, eso me conmovió mucho", aseguró, agregando también "el calor de la gente. "Hoy (ayer) era para no creerlo, este pueblo tiene fe y me la contagia", dijo.