Efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad llegaron hoy a Recife, donde una huelga de agentes de la policía militarizada generó un ambiente de inseguridad y abrió camino a saqueos a comercios en la metrópolis nororiental, que en junio recibirá cinco partidos del Mundial de fútbol.
El envío de las tropas federales fue solicitado anoche al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por el gobernador del estado de Pernambuco, Joao Lira Neto.
El paro, iniciado el martes, fue declarado hoy ilegal por la Justicia del estado de Pernambuco, que ordenó el inmediato regreso al trabajo de los policías y bomberos, que reivindican un aumento de entre un 30 y un 50 por ciento de los salarios de la categoría.
El gobernador de Pernambuco, sin embargo, afirmó que el Estado tiene "límites fiscales y legales" que le impiden atender las peticiones de la categoría, y prometió que adoptará medidas para garantizar "el órden y la seguridad" de los ciudadanos.
Pese a las promesas de Lira, la Municipalidad de la ciudad de Abreu e Lima, vecina a Recife, decretó hoy día feriado, después de una ola de saqueos a comercios iniciada en la noche de este miércoles.
Recife es una de las 12 ciudades sede del Mundial de fútbol de Brasil 2014, y recibirá cuatro partidos de la fase de grupos -entre Costa de Marfil y Japón, el 14 de junio; entre Italia y Costa Rica, el 20, y entre Croacia y México, el 23-, además de un duelo por los octavos de final, el 29 de junio.
Ciudad sede del Mundial sufre una ola de saqueos en medio de la huelga policial