Tras la victoria del controvertido referéndum en Turquía que amplía considerablemente los poderes del presidente, el principal partido de oposición, el socialdemócrata CHP, pidió hoy de manera oficial que se anule y repita la votación celebrada el pasado domingo, ya que consideran que hubo irregularidades en el recuento de votos.
"Esta elección no es válida, no es legítima. Para acabar con esta ilegitimidad solicitamos a la Junta Suprema Electoral (YSK) que anule el referéndum", declaró el vicepresidente del CHP, Bülent Tezcan, tras formalizar la petición.
"La YSK no accedió a eliminar las papeletas no selladas. No fueron separadas y todos los sobres, los sellados y los no sellados, fueron metidos en bolsas y contados", explicó Tezcan.
El dirigente argumenta que se escrutaron cerca de 2,5 millones de votos como válidos que no contaban con el sello obligatorio de las respectivas mesas electorales.
De igual manera, los observadores electorales de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE) dijo el lunes que la decisión del YSK de dar validez a estos votos, emitida tras iniciarse el recuento, "socavaba una importante medida de seguridad" y era "contraria a la ley".
La YSK, por su parte, ha descartado la posibilidad de que esos votos no sellados sean falsos.
El presidente de la Junta Suprema Electoral, Sadi Güven, atribuyó el lunes al "desconocimiento o negligencia" de los componentes de la mesa el que faltase el sello, por lo que se reafirmó en la decisión de admitirlos como válidos, pese a que la ley electoral lo prohíbe expresamente, y aseguró que "no es la primera vez que se hace".