El régimen del presidente sirio Bashar al Asad se mostró por primera vez este lunes dispuesto a dialogar con los rebeldes armados para poner fin al conflicto, pero estos últimos rechazaron toda negociación antes de la marcha del jefe de Estado y la retirada del ejército de las ciudades.  

Por su parte, la Coalición Nacional de la oposición siria anunció que finalmente participará en la reunión de Amigos del Pueblo Sirio que se celebrará el jueves en Roma, después de que el sábado amenazara con boicotearla  para denunciar "el silencio internacional" ante los crímenes cometidos por el régimen.

"Estamos dispuestos al diálogo con todos los que quieren el diálogo, incluyendo a los grupos armados", dijo el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid al Muallen, después de entrevistarse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

"Seguimos siendo partidarios de una solución pacífica al problema sirio. Se creó una comisión gubernamental para dialogar tanto con la oposición en el país como con la oposición en el exterior" de Siria, añadió.

Pero el jefe del Estado Mayor del ejército rebelde en Siria, Selim Idris, afirmó a la cadena de televisión satelital árabe Al-Arabiya que los insurgentes rechazaban cualquier negociación con Damasco antes de la marcha de Asad y de la retirada del ejército de las ciudades.

"Walid al Muallem quiere que nos sentemos con él en la mesa de las negociaciones (...) yo no me sentaré con Muallem o cualquier otro de este grupo hasta que finalicen todas las matanzas y el ejército se retire de las ciudades", dijo.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que se reunirá el martes en Berlín con el jefe de la diplomacia rusa mostró su escepticismo ante la propuesta de Muallem.

"Me parece más bien difícil de comprender cómo, cuando ustedes lanzan misiles Scud sobre los inocentes en Alepo, podemos creer seriamente que están dispuestos a dialogar", declaró haciendo referencia a los disparos de misiles  contra Alepo (norte) que el viernes causaron la muerte de 58 personas, 36 de ellas niños.