El domingo pasado, Mark Tullo finalizaba quinto en un torneo del Challenge Tour. Tras el positivo resultado, afirmaba: "Quedé más o menos 30º (es 31º) en el ranking. Ni idea de cuánto estaba antes. Tengo que admitir que este año lo estoy tomando mucho más relajado, jugaré máximo 10 o 12 torneos y si algo mágico llegase a pasar, veré cómo sigue mi futuro". La pregunta es obvia:

¿Está tomando este como su último año en Europa?

Así es. El regreso a Chile es una decisión que está tomada, estoy volviendo 100 por ciento a fines de año con la familia.

Esta decisión "ciento por ciento", ¿desde cuándo la tiene tomada?

Siempre estuvo en mi plan volver a Chile, el tema era cuándo. A comienzos de este año se fue materializando la idea, es decir, yo convenciendo a mi señora. Ya tenemos colegio pagado (en Santiago) para el 2018, así que ya estamos. Llevo más de 20 años viviendo fuera de Chile y ya estoy home sick hace años. Esas amistades de toda la vida.., la familia, mis hijos poder crecer con primos.., todo suma a esta decisión.

Esto del "milagro", que debe ser clasificar al European Tour, ¿puede hacer cambiar esta decisión?

No. En esa eventualidad viajaría desde Chile a los torneos del Tour Europeo.

¿Cómo se ve hoy día? ¿Es un golfista también preocupado de la familia o un padre que a la vez se dedica al golf?

Es una muy buen pregunta. Soy un golfista pero "demasiado" preocupado de mi familia. Mis niños están en esa edad en que me necesitan mucho y yo no me los quiero seguir perdiendo.

Las últimas dos o tres temporadas, ¿han sido lo que esperaba?

Para nada, las últimas dos temporadas fueron duras para mí. En el año 2015 estuve en el European Tour y no logré despegar en todo el año, lo que continuó en el 2016.

Aún joven se fue a Estados Unidos a estudiar y después al Alps Tour. ¿Cómo pensaba en esos años que sería su vida en 2017?

Durante mis estudios en Estados Unidos nunca soñé con ser profesional y esa decisión fue para probar un par de años, para saber cómo iría la mano. De joven nunca pensé que terminaría jugando en el Tour Europeo y aquí, 15 años después, no me arrepiento en nada de la decisión que tomé. Han sido años en que he conocido el mundo, he tenido victorias, derrotas, he representado a mi país en numerosas ocasiones y todo eso suma a la persona que soy hoy.

El Challenge Tour no da tanto dinero. ¿Eso sumó para la decisión de venirse?

Estar ocho meses y medio fuera de casa y que a fin de año no se paguen las cuentas, no vale la pena. Es un circuito para jóvenes, un stepping stone para llegar a primera división, no para quedarse muchos años.

Antes viajaba con Felipe Aguilar; hoy, con Nico Geyger ¿Es igual, se forja una amistad o la diferencia de edad pesa?

Es exactamente igual, tengo una excelente amistad con ambos. La única diferencia es que uno es negro y el otro es rubio (ríe). Ambos muy profesionales y dedicados en lo que hacen.

¿Cómo ve a las nuevas generaciones? ¿A Pereira, a Niemann?

Personalmente creo que son totalmente superiores a lo que éramos nosotros a esa edad. El golf en Chile se ha profesionalizado mucho y eso se demuestra en los números de esta nueva camada. En mi época, al terminar de jugar un torneo nos íbamos a jugar pichangas y ahora ellos ¡se van a practicar cuatro horas más! Ejemplos de esto es que hay veinteañeros y menores jugando el Masters y el US Open.

¿Tiene alguna observación respecto de su juego? ¿Está fallando algo?

Tomé la decisión de jugar menos torneos y ojalá tener mejores resultados. Desde que tomé la decisión de volver a Chile, me importa menos el resultado y estoy jugando mejor.

Una vez en Chile, ¿qué piensa hacer?

Quiero formar una academia, quiero contribuir al golf en Chile. Para mi sorpresa, he estado haciendo clases aquí en el sur de España y me ha gustado mucho el desafío de enseñar a alguien a superarse en su golf. El diagnosticar, dar a entender los errores y crear la solución para que se vea reflejado en un mejor golpe, me ha encantado. Obviamente quiero seguir jugando, seguir vigente y compitiendo, que es lo que me fascina. Intentaré, eso sí, que involucre menos viajes.

Me imagino que son decisiones que toma en familia, ¿qué dice Magdalena, su señora?

Ha sido un tema delicado porque ella ha estado muy a gusto estos años en España. Ella es kinesióloga y ha estado trabajando en una clínica muy reconocida en Marbella, lo que la ha hecho perfeccionarse aún más en lo que hace. Vivimos en un ambiente internacional que a ella le encanta y se ha hecho de muy buenas amistades, además de vivir al lado del mar. Creo que poco a poco se está haciendo la idea y voy a tener que aguantarme un viaje en van para que se vuelva más contenta (ríe). Obviamente el volver a disfrutar de su familia y amigos, la tiene muy contenta.

Sus niños tienen siete y tres años, ¿a alguno le gusta el golf?

Sí, ambos salieron super deportistas y el golf es uno de los deportes que practicamos en familia. El mayor fue muy bueno, pero ahora es un apasionado por el fútbol. El menor es más fanático y juega a mano cambiada y no me deja corregirlo. Bueno, eso habla mal de mí como profesor.