El estadounidense Andy Roddick puso hoy punto final a su carrera tenística con sensaciones contradictorias al caer en los octavos de final del US Open.
"Me siento un poco abrumado. Normalmente entiendo las cosas de forma rápida y sencilla, pero no me siento así en este momento", dijo el estadounidense, de 30 años y ex número uno del mundo, en una sala de prensa que lo recibió entre aplausos.
"No sé si comprendía lo que estaba ocurriendo, simplemente está pasando, pero sin duda ahora lo entiendo", señaló Roddick, que anunció en la primera semana del certamen que este torneo iba a ser el último de su carrera.
"Hacerlo público fue lo más difícil", dijo el estadounidense, que ganó dos encuentros después de dar a conocer su decisión.
No llegó la tercera victoria, pero Roddick disfrutó como un niño de sus últimos días en el tenis.
"Está semana fue como tener 12 años y jugar en un parque. Fue muy divertido e inocente. Lo disfruté", dijo el estadounidense, que se despidió del tenis al caer ante el argentino Juan Martín del Potro por 6-7 (1-7), 7-6 (7-4), 6-2 y 6-4 en la cancha Arthur Ashe, la pista de tenis más grande del mundo.
"Nadie está feliz cuando tiene un día malo en el trabajo, pero nunca me quejaré de lo que tengo", prosiguió el ex número uno, que obtuvo su mayor logró en 2003 en la misma cancha que hoy le despidió con una ovación.
El estadounidense, que debutó hace 12 años en el circuito profesional, se despide de las pistas con 32 títulos y después de haber ocupado el puesto más alto del ranking a finales de 2003 y comienzos de 2004.
Roddick descansará a partir de ahora. No más aviones cada semana a cualquier parte del mundo. Pero hoy quiere despedirse bien del tenis.
"Probablemente no me oponga hoy a tomarme una cerveza. O diez", dijo riéndose el estadounidense, que no dudó al responder si extrañará el tenis.
"Por supuesto que lo echaré de menos. Y sé que serán momentos difíciles", vaticinó.