Mitt Romney, que ha sido criticado por miembros de su partido en las últimas semanas por no hacer campaña con la suficiente agresividad y quien va atrás del Presidente Barack Obama en los sondeos en la mayoría de los estados indecisos, culpó de los apuros de su campaña al propio Presidente la tarde del domingo.

Al hablar con reporteros en su vuelo chárter privado de Los Angeles a Denver, Romney culpó de su agenda de campaña relativamente lánguida – cinco actos públicos en los últimos siete días, comparado con 11 eventos de recaudación de fondos – a la decisión del Presidente de optar por no participar en el sistema de financiamiento de campaña federal hace cuatro años, y criticó a Obama por, dijo, "tratar de hacer pensar a la gente que pienso cosas que no pienso".

Al preguntarle por qué estaba rezagado en los sondeos en la mayoría de los estados indecisos, Romney acusó a la campaña de Obama de distorsionar sus antecedentes.

"Pienso que la campaña del Presidente ha enfocado su publicidad en muchos casos en descripciones muy imprecisas de mis posturas", dijo. "Han sido muy agresivos en sus ataques tanto personales como políticos. Pienso que, conforme pase el tiempo, la gente se dará cuenta de que esos ataques no son precisos y podremos tener una decisión que se base en las opiniones precisas de cada uno para el futuro del país".

Específicamente, Romney señaló el rescate de la industria automotriz, su plan fiscal y su postura sobre el aborto como tres áreas en las cuales el presidente había tratado de tergiversar su postura.

"Cuando él dice que yo estaba a favor de liquidar a la industria automovilística, nada podía estar más lejos de la verdad", dijo Romney. "Mi plan era reconstruir la industria automovilística y guiarla a través de la bancarrota de manera que pudiera ocurrir, y, dicho sea de paso, él no menciona que las llevó a través de la bancarrota".

Romney se opuso al rescate de la industria automovilística. En vez de ello, cabildeó a favor de un proceso de "bancarrota gestionada", el cual, dijo, habría permitido a las empresas automovilísticas reestructurarse y salir más fuertes que antes. Aunque Obama finalmente llevó a General Motors y Chrysler a través de bancarrotas gestionadas, el presidente argumenta que el proceso no habría sido posible sin su decisión de inyectar en las compañías miles de millones de dólares en dinero de los contribuyentes; una intervención a la que Romney se opuso.

Romney también dijo que la campaña de Obama había descrito incorrectamente su postura sobre el aborto.

En sus anuncios sobre el aborto, "él dice que yo me opongo al aborto incluso en casos de violación e incesto y la vida de la madre", dijo Romney. "Eso está equivocado".

Aunque Romney se opone al aborto, ha dicho anteriormente que permite excepciones en el caso de violación e incesto, así como cuando está en riesgo la vida de la madre. Su compañero de fórmula, el representante Paul D. Ryan de Wisconsin, sin embargo, no apoya esas excepciones.

De pie en la parte posterior de su avión, y presionado por los reporteros para que explicara su posición rezagada en muchos sondeos, Romney – cuya oficina de campaña dijo recientemente que no permitiría que los verificadores de datos dictaran su campaña – se encontró haciendo un llamado a los verificadores de datos.

"Comprendo que la política es la política pero, en el pasado, cuando había un anuncio que se comprobaba era erróneo, se le sacaba, se le corregía y se le volvía a poner", dijo Romney. "El sigue publicando estas cosas aun cuando sabe que son erróneas y diciéndolas en sus mítines aun cuando sabe que son erróneas".

La oficina de campaña de Obama objetó los comentarios de Romney, acusándolo de eludir la culpa de los recientes apuros de su campaña.

"Es extraño que Mitt Romney, un ex director ejecutivo, no asuma la responsabilidad personal de los problemas de su campaña", dijo Lis Smith, vocera de la oficina de campaña de Obama, en una declaración de correo electrónico. "Y ciertamente se requiere mucha desfachatez de su parte – después de que su oficina de campaña se jactó de que no se dejaría dirigir por los verificadores de hechos – para derramar lágrimas de cocodrilo en torno a una discusión legítima de su historial y sus políticas.

He aquí los hechos: Si Mitt Romney se hubiera salido con la suya y hubiera permitido que Detroit se declarara en bancarrota, General Motors y Chrysler ya no existirían actualmente. El elevaría los impuestos a las familias de clase media para pagar las exenciones fiscales de los millonarios y los multimillonarios. Y apoyaría la plataforma del Partido Republicano que prohibiría el aborto incluso en los casos de violación e incesto".

Añadió: "Si se siente tan ofendido por sus propias posturas, quizá no debería haberlas adoptado en primer lugar".

FINANCIAMIENTO
Romney también criticó al Presidente por optar por no participar del sistema de financiamiento federal de campañas hace cuatro años. Ahora, tanto Romney como Obama han optado por no participar, una decisión a la cual Romney culpa de su ligera agenda de campaña, que ha caído bajo el escrutinio de otros republicanos.

"Yo preferiría pasar mi tiempo en los estados indecisos clave haciendo campaña, puerta a puerta si fuera necesario, salvo en los mítines y varias reuniones, pero los actos de recaudación de fondos son parte de la política cuando tu oponente decide no vivir dentro de los límites del gasto federal", dijo.

Al preguntarle si los votantes deberían esperar ver a Romney volverse más agresivo en los próximos días, objetó: "Verán lo que verán", dijo. "No voy a delinear con precisión la naturaleza de nuestra estrategia de campaña". Pero dijo que esperaba que los próximos debates ayuden a cristalizar su caso ante el público votante.

"El mandatario describe mi dirección en una forma que es sencillamente imprecisa y yo describiré mi propia dirección", dijo. "Pienso que cuando tengamos los debates tendremos una oportunidad para que la gente escuche nuestras distinciones con bastante claridad y tomen su decisión en cuanto a cuál piensan que es el rumbo correcto a seguir".

Y en cuanto a sus cifras de encuestas rezagadas en la mayoría de los estados más disputados, el ex gobernador pareció relajado y despreocupado."Subiré o bajaré", afirmó.