Desde el Hospital Psiquiátrico de Putaendo hasta el Tribunal de Garantía de Quilpué, fue trasladada esta mañana Natalia Guerra Jequier, madre del bebé sacrificado en medio de un ritual, de la llamada "Secta de Colliguay".
La mujer, permaneció hasta hoy en prisión preventiva tras ser imputada como autora del delito de parricidio, por lo que arriesga una pena mínima de 15 años y un día de presidio efectivo.
Hoy el abogado defensor de Guerra, Claudio Pérez, pidió que la madre del bebé sea declarada inimputable, lo que el tribunal desestimó, negando el sobreseimiento definitivo de la mujer en la causa.
El Tribunal de Garantía de Quilpué, sustituyó la cautelar de prisión preventiva, por la de arresto domiciliario total y arraigo nacional.
Según los argumentos entregados por Pérez, existe un informe elaborado por el Servicio de Psiquiatría Forense de la Unidad de Imputados, que concluye que la imputada padece de cuadros psicóticos, trastornos delirantes y enajenación mental.
Es por ello que la defensa de Guerra, agregó que no cabe responsabilidad de su representada en la muerte de su hijo de sólo dos días de vida, quemado por el líder de la secta, "Antares de la Luz", quien luego se suicidó.
El fiscal de Quilpué Juan Emilio Gatica, se opuso a la solicitud de la defensa, aludiendo a la gravedad de los hechos.
"El tribunal acogió la tesis de la fiscalía en el sentido que el sobreseimiento definitivo, en virtud de la enajenación mental de los imputados, tal como señala el Código, debe ser decretado una vez cerrada la investigación o en el caso que la fiscalía estime que existe mérito para pedir una medida de seguridad", dijo el fiscal tras la audiencia.
Por el mismo acontecimiento, los seguidores de "Antares", David Pastén, Josefina López, María del Pilar Álvarez, Carolina Vargas y Karla Franchy, fueron imputados por el delito de homicidio calificado en calidad de cómplices, y Pablo Undurraga como autor, siendo este último junto a Guerra, los únicos que podrían cumplir pena en la cárcel de ser condenados como culpables.