Todo listo tiene Tricot para el próximo jueves, cuando realice el lanzamiento oficial al mercado de su apertura en bolsa, la que se concretaría la tercera semana de agosto. Y los objetivos ya están puestos: recaudar cerca de US$ 150 millones, llegar a una capitalización bursátil de US$ 600 millones y que por lo menos la mitad de los nuevos accionistas sean institucionales, principalmente fondos small cap.

Tanto al interior de la empresa como entre los agentes colocadores, BTG Pactual y LarrainVial, el optimismo es total con la segunda IPO (apertura en bolsa) del año, tras SMU, compañía que fue colocada en la rueda local por los mismos agentes, entre otras razones, luego que el Ipsa superara los 5.000 puntos y a las expectativas de cambio a un signo político más pro mercado.

Fuentes al tanto indican que para que Tricot tenga una valorización bursátil de US$ 600 millones debería tener un ratio superior a las 10 veces su Ebitda. Además, con esa capitalización, cada acción debería costar en torno a los $ 900. En todo caso, mirando sus últimos resultados, se observa que su Ebitda de los últimos 12 meses es de US$ 47 millones y no tiene deudas relevantes. Si eso se multiplica por 10 veces -que es el objetivo que se ha planteado como "ideal" el directorio-, la valorización de la compañía alcanzaría los US$ 470 millones. Y como la colocación se está haciendo con aumento de capital, y quieren que ese aumento represente entre el 25% y 30%, el valor alcanzaría los US$ 500 millones, y con ese valor, cada papel debería transarse a unos$ 750, ya que tiene inscritas 435 millones de acciones. Aumentar ese valor es uno de los objetivos de la operación.

Aunque al momento de inscribir a la sociedad, la firma controlada por la familia Pollak informó que buscaba crecer inorgánicamente comprando cadenas más pequeñas, los planes actuales tienen más que ver con un crecimiento orgánico enfocado en dos áreas: mejorar su negocio financiero, y realizar en promedio ocho aperturas de tiendas por año. Y aunque las oportunidades siempre están en observación, no han encontrado cadenas pequeñas que podrían eventualmente comprar y que se ajusten a su modelo de negocio, especializado en vestuario y enfocado en sectores medios.

En cuanto al negocio crediticio, a marzo de este año Tricot informó que contaba con 425 mil tarjetas con un saldo promedio de $ 145 mil. Ese indicador, dicen entendidos, está bajo al promedio de la industria, por lo que aumentar la masa de tarjetahabientes, el saldo y las transacciones que realiza cada cliente son las principales metas en el corto y mediano plazo.

Y en cuanto a los nuevos accionistas, en Tricot esperan que los fondos small cap entren en masa, principalmente por el alto volumen de liquidez que tienen fondos mutuos y de inversión de este tipo, gracias a las alzas en la bolsa de las empresas de pequeña y mediana capitalización. Si el 15% de los nuevos accionistas fueran estos instrumentos, tendrían derecho a un director en la mesa. Actualmente, la mesa está compuesta por cuatro directores ajenos a la familia controladora. Uno de esos puestos podría ser ocupados por un nuevo representante de este grupo.

Las reuniones informales con inversionistas ya están andando, y aunque aún no hay un prospecto que se les entregue, en las citas se les hace una presentación con las principales fortalezas de la compañía y lo que quieren hacer a futuro. Sin embargo, será el próximo jueves, a las 8 de la mañana, en el Hotel W, cuando se haga el lanzamiento "en grande", cuentan las fuentes. De ahí, comienzan las rondas de road show oficiales antes de abrirse a bolsa.

El negocio

Hoy, la compañía opera dos formatos de tiendas; la tradicional Tricot y Tricot Connect. El primero es una cadena especializada en vestuario, calzado y accesorios, que posee 78 locales de tamaño medio, desde Arica a Punta Arenas y que persigue una estrategia comercial centrada en moda a bajo precio. En tanto, Tricot Connect, más pequeña y nueva, es una cadena especializada en artículos de electrónica, que se dedica específicamente a la venta de productos como celulares, tablets y notebooks. Al igual que en formato vestuario, sus locales son de tamaño medio y contempla un alcance de 36 tiendas desde Iquique a Angol, similar, aunque en un tamaño menor, a su competidor ABCdin.

La gran diferencia entre ambos formatos es el tamaño de las tiendas: Tricot promedia unos 1.000 m2, mientras Tricot Connect se empina a 50 m2.

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